Coahuila y sus patas cojas

Jaime Villasana Dávila, 31 de octubre 2005

Es notorio que Coahuila (municipios incluidos) “cojea de varias patas”. La actitud de su clase política y de sus funcionarios públicos, la cerrazón y falta de transparencia en su sistema educativo y su caduco sistema para impartir justicia, son “patas” que hacen que los coahuilenses sigamos transitando por los terrenos característicos del tercer mundo.

Desmenuzando cada una de las “patas” e iniciando con lo referente a la actitud de su clase política inicio con los pronunciamientos que varios regidores municipales y funcionarios estatales han realizado en el sentido de obtener concesiones de taxis y fiat notariales para poder “sobrevivir” ahora que dejarán sus cargos.

Por más que griten a los cuatro vientos que “desean el poder para servir a la gente y no para servirse de él”, la realidad es totalmente opuesta. Hace unas semanas el actual Secretario de Gobierno, Abraham Cepeda, hizo pública su intención de querer obtener un fiat notarial (quizás ya la tiene) para ganarse el pan de cada día cuando ya no sea parte del gobierno estatal ¿Acaso no puede montar un despacho, o incorporarse a una firma ya establecida, y luchar cada día por hacerse de clientes tal y como lo hacen miles de abogados en el Estado? La quiere fácil y además brincándose las reglas.

Pero estas actitudes no solo se manifiestan en políticos del PRI. En el PAN el diputado local Jesús de León Tello hizo lo mismo que el Secretario de Gobierno y seguramente en el PRD los hay por igual. Estos modos de actuar de la clase política nos hace ver una realidad; aún falta tiempo para tener políticos que privilegien lo público por sobre lo privado y que consideren el servicio público como una plataforma para aportar y no como un botín.

Respecto de los funcionarios públicos menciono específicamente el escándalo de Jorge Viesca, Secretario de Obras Públicas en el Estado, y los famosos pasos a desnivel mal ejecutados en Saltillo y Torreón. Dicen que para resolver un problema el primer paso es reconocer que lo tienes y el Secretario nunca ha reconocido que esos puentes tienen fallas. Otro caso; el empecinamiento del Contador Mayor de Hacienda del Congreso, Ricardo Alvarez, por cerrarle las puertas a la transparencia es otro ejemplo. Estas simples actitudes son los grandes detalles que impiden una mejor comunicación entre sociedad y funcionarios públicos.

Un sistema educativo es la base para desarrollar el conocimiento y las habilidades de los ciudadanos. Si éste no posee elementos que lo hagan ser sólido, transparente, innovador y de calidad, entonces se está guiando a una sociedad, en el mejor de los casos, hacia un futuro mediocre.

Las autoridades educativas coahuilenses creen que el problema educativo les pertenece y que por lo tanto solo ellos pueden aportar soluciones. Esta postura solo promueve la cerrazón, la negación y la miopía y a la larga contribuye a generar más problemas. Por su naturaleza el sistema educativo merece la aportación de todos los sectores sociales y por lo mismo la ventilación de sus problemas se hace una necesidad y no una necedad.

La siempre negativa de la SEPC para difundir los resultados de las evaluaciones impide que se lleve a cabo un proceso claramente necesario: la competencia abierta y pública. El ser humano, y por consiguiente sus instituciones, siempre se encuentra compitiendo y es esto lo que lo hace mejor y le da nuevas herramientas para enfrentar los desafíos. Si la sociedad no conoce el nivel de avance de sus escuelas entonces no podrá hacer la parte que le corresponde; premiar y reconocer a escuelas y profesores que se lo han ganado y ayudar a aquellos que lo necesitan.

El sistema de justicia coahuilense es como el de cualquier estado, incluso como el del país mismo; añejo, lento, corrupto, discrecional y elitista. Recuerdo que hace meses, y aprovechando la gran nota dada por Nuevo León con lo de sus juicios orales, las autoridades anunciaron con bombo y platillo una serie de foros y acciones cuyo objetivo era elaborar las iniciativas de reforma para tener una justicia pronta, expedita y de calidad.

Al paso de los meses el intento se quedo solo en el deseo, como casi siempre sucede, y nuevamente se perdió otra oportunidad. Coahuila requiere de un sistema de justicia moderno, ágil y transparente como el que ahora expongo: En días pasados el periódico The Japan Times informó del arresto de un ex diputado (Keiko Hakariya) por haber violado la ley electoral (dio dinero a simpatizantes) en las pasadas elecciones del ¡11 de septiembre del 2005! (no del 11 de septiembre del 2002, como sería en México).

Al leer la nota comprobé una vez más porque los países desarrollados, que también tienen pillos y corruptos, se encuentran en esos niveles. La justicia japonesa procedió con celeridad y prontitud (le tomo menos de dos meses hacer las investigaciones), el juez actúo con firmeza (el delincuente estaba compitiendo para reelegirse como diputado) y no hubo encubrimientos ni desviación de la ley (el ex –diputado tendrá que pagar su delito) ¿Imaginan una justicia así de efectiva en Coahuila? Lamentablemente siguen existiendo muchas corruptelas y encubrimientos entre la clase política y los jueces.

Escribo sobre estos temas porque ahora mismo las autoridades estatales y municipales recién electas se encuentran diseñando sus programas de trabajo para los siguientes seis y cuatro años, respectivamente. Espero que dentro de sus estrategias involucre la implementación de acciones que ayuden a reconstruir algunas de las “patas cojas” de Coahuila, para que sea un Estado que apunta hacia la generación de mejores condiciones de vida para sus habitantes o ¿Acaso seguiremos con las mismas “patas cojas” durantes los siguientes años? El tiempo lo dirá.

Glosa: Al menos que en el PRI haya un verdadero colapso, están ya definidos los candidatos presidenciales de los tres principales partidos políticos. Madrazo es sin duda la peor opción, de hecho no es opción. De AMLO y Calderón tengo mis dudas: el primero desilusionó a muchos (me incluyo) con la forma de manejar el problema de sus funcionarios corruptos. Del segundo me queda un amargo sabor de boca debido al crédito que solicitó a Banobras a los pocos meses de ser nombrado director de ese banco. ¡Actúo como todos los demás!. Solo espero que le den el registro a Jorge Castañeda, sería un gran triunfo no para él, sino para la sociedad ya que dejaríamos de ser rehenes de los partidos políticos.

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