Localeando,
5 de septiembre de 2013
Jaime
Villasana Dávila
En este su
primer “año” de gobierno (que en realidad son nueve meses) a EPN le ha llovido
por donde menos se lo imaginaron él y su equipo más cercano cuando iniciaron su
gobierno; la economía.
En lugar de ser
la economía el flanco débil, se pensaba lo sería lo político. Razones para
pensar en ello eran muchas. Primero estaba la limitada transformación hacia el
“nuevo PRI”, reflejado principalmente por el pésimo trabajo de gobernadores
como Moreira, Fidel Herrera, Tomás Yarrington, etc.
¿Cómo sacamos al país de la barranca económica? Foto: serveracruz.com |
En segundo lugar
estaba (está) la relación clientelar entre el PRI y muchos de los sindicatos
más poderosos del país, principalmente el de Pemex. Su líder Romero Deschamps
sigue siendo una piedrota en el zapato priísta para mostrar un rostro moderno
acorde al siglo XXI.
Otra razón para
preocuparse del desempeño político priísta en su regreso a Los Pinos, es su
aberración de llevar a tribunales a gobernantes y militantes priístas que
cometieron graves ilícitos. Aunque siendo justos, esta deficiencia le aplica
igual al PAN, PRD, PVEM, etc.
Un par de
razones más son su reticencia histórica por la transparencia y rendición de
cuentas, así como sus terribles y temibles prácticas electorales.
Pero en aspectos
generales, y exceptuando lo electoral, el PRI en Los Pinos ha sabido saldar más
o menos bien todos los temas políticos antes descritos. Moreira fue exiliado y
Herrera congelado. Romero Deschamps tiene un nulo respaldo público priísta.
Sus actuales
gobernadores (salvo algunos) han re-enderezado su ruta de actuación. El
gobernador priísta de Aguascalientes busca meter a la cárcel a su antecesor
panista. La reforma constitucional al IFAI finalmente pasó a pesar de la parte
dura del PRI.
De manera que en
el ámbito político, en el que más se le temía al PRI dada su historia y lo cual
representaba un potencial regreso a las viejas prácticas, ha pasado el examen. Hasta
ahora.
El problema, y
serio, está en el ámbito económico. A muchos nos cayó también por sorpresa éste
mal desempeño. Al inicio del sexenio se hablaba una y otra vez del nuevo
milagro mexicano. Además lo competente que se había mostrado Videgaray hasta el
inicio del nuevo gobierno, daba garantías de que la economía mexicana la
manejaría sin problema alguno.
Muchos analistas
económicos le atañen el mediocre desempeño económico de México de este año
(otro más) al gobierno actual, pues no aplicó las medidas necesarias para minimizar
el impacto de una recesión mundial, que parece pasajera.
La buena noticia
es que el gobierno actual tiene cinco años más para redimirse. Si se aprueban
las reformas financiera, hacendaria y energética tendrá más posibilidades de
que así sea. Y si no pasan serán otros seis años perdidos en materia económica.
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