Reflexiones sobre una reunión


Artículo Localeando, El Diario de Coahuila, 17 de julio 2004

La Comisión de Fortalecimiento del Federalismo de la Cámara de Diputados esta preparando una serie de seminarios y foros con la finalidad de explorar la posibilidad de llevar a cabo nuevas reformas al artículo constitucional que rige al municipio: el 115.

La última reforma aconteció en 1999 y lo más importante de ella fue que se reconoció al municipio como un orden de gobierno. Es decir, dejo de ser una figura meramente administradora de recursos. Como acontece ante reformas a la Constitución federal, los Estados del país procedieron a realizar las modificaciones a sus respectivas Constituciones.

En aquella ocasión, la mayoría se apego a la frontera que marcaba la reforma y muy pocos fueron capaces de realizar modificaciones realmente vanguardistas. Coahuila fue el que más avance realizó, y por mucho. A cinco años de la última reforma al 115 todavía queda mucho por definir en el ámbito municipal.

Con motivo de los esfuerzos que realiza la Comisión de Fortalecimiento del Federalismo, en días pasados tuve la suerte de participar en una reunión donde prestigiados municipalistas debatían sobre qué o cuáles conceptos habría que modificar, eliminar o ampliar dentro del articulo 115 y que al mismo tiempo tuviera posibilidades de ser aprobada en medio de un ambiente político enrarecido.

El momento más álgido de la reunión sobrevino cuando se toco el tema del sistema electoral municipal que aun prevalece: elección por planillas. Para todos los asistentes quedaba claro que dicho sistema de distribución del poder local requiere de un ajuste dado que no representa exactamente la voluntad popular. La coincidencia se esfumó cuando había que definir hacia donde tenía que hacerse el ajuste.

Para unos la mejor vía es la de la representación proporcional pura, es decir,  si el partido ganador obtuvo el 45% de los votos entonces le corresponde, además del cargo del Presidente Municipal, el 45% de los asientos de regidurías. Si la primera minoría obtuvo el 35% entonces le corresponde el 35% de los asientos de regidurías y así sucesivamente hasta que se distribuyan todos los asientos.

Para otros (y yo me incluyo aquí) la elección de regidores por distrito más algunos asientos de regidurías a distribuirse por representación proporcional es una buena opción. Algo que me dejo confundido en esta interesantísima discusión fue que los principales promotores de ambas opciones lo planteaban como sí solo debiera existir una de las dos opciones en el país, cuando ambas pueden estar presentes.

Pero lo más frustrante de todo es que en este tema los Congresos Estatales  tienen toda la libertad para llevar a cabo reformas al sistema electoral municipal y ¡No lo hacen!.  Al final de la reunión quede satisfecho porque en estos encuentros se aprende muchísimo. Algunos de los argumentos ahí vertidos me hicieron pensar, y hasta dudar, de lo que considero debe ser un sistema electoral municipal adecuado para México.

Pero también confieso que algunos otros argumentos me ayudaron a reforzar la idea de que los municipios son tan heterogéneos que no podemos pensar en un mismo “traje” para todos. Son tan distintos como los que estábamos presentes en la reunión.

Por lo pronto deseo compartir con ustedes algunas reflexiones que me surgieron a raíz de dicha reunión:

1. Cuando hablamos de una reforma hay que analizar el "panorama completo", más si se trata de una reforma electoral. Los efectos colaterales pueden ser muchos y hay que ponerlos sobre la mesa para enfrentar las menores sorpresas posibles.

2. Me genera mucha resistencia creer que el sistema semi-parlamentario, que opera en los municipios mexicanos, no puede albergar una elección de regidores por distritos y que tampoco bajo este sistema pueda haber una mezcla de ésta con la representación proporcional.

3. Una de las posibles dificultades que pueden surgir con la elección de regidores por distrito es que se genere en los ayuntamientos una especie de "camaritas de diputados", pero también es cierto que algunos municipios tienen la suficiente capacidad institucional para lidiar con este hecho.

En Chihuahua, por ejemplo, el síndico es electo de manera directa y tiene que hacer campaña tal y como lo hace el candidato a Alcalde. Una vez electo el síndico, y hasta donde yo sé, no toma posees de un Alcalde "adjunto", simple y sencillamente porque sabe, ya que esta marcado en la ley, cuales son sus funciones.

En todo caso, si se decide por elección por distrito hay que hacer ajustes a las funciones y responsabilidades de los regidores pero sin separar los poderes y garantizando responsabilidad compartida.

4. Tal y como esta actualmente diseñado el ayuntamiento mexicano, los regidores y el síndico (en 30 de los 31 Estados) tienen una total ausencia de responsabilidad. Si acaso estos solo le rinden cuentas a sus partidos. La elección por distrito les da una responsabilidad directa ante el electorado.

5. Es irónico, y característico de este país, como nuestro sistema semi-parlamentario municipal tiende a separar al Alcalde del Cabildo. Definitivamente hay que hacer ajustes en este sentido, pero soy de la idea de que puede elegirse al Alcalde de forma directa (tal y como hoy acontece) o de forma indirecta (regidores eligiendo al alcalde de entre ellos, tal y como sucede en algunas localidades de EUA y España). En todo caso que cada Estado decida al respecto.

6. Considero que debe haber en la ley claras responsabilidades individuales y colegiadas para los regidores

7. Soy de la idea de que el municipio mexicano, una vez que ha alcanzado la democracia, debe inyectársele una alta dosis de eficiencia. Creo que el
Administrador Municipal mucho ayudaría a ello. Obviamente esta figura no aplicaría para todos los municipios del país. Es una opción y como tal la toma el que lo desee, pero eso sí; no se puede desechar algo que no se conoce y menos cuando no ha sido probado plenamente en el país.

Los siguientes meses serán interesantes no solo por los resultados de la Convención Hacendaria, sino porque está en gestación una nueva ola reformadora para el municipio mexicano. Para terminar le hago una pregunta ¿Esta conforme con su municipio y con todo lo que le ofrece a Usted y los suyos?

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