Chuy María: ¿Una alternativa para el PAN?

Artículo Localeando, 21 de Diciembre de 2004 
Jaime Villasana Dávila 

Se antoja difícil pensar que un candidato externo obtenga la candidatura a gobernador de Coahuila por el PAN. Los diferentes actores políticos panistas que hoy se encuentran en el arrancadero de dicha candidatura pondrían el grito en el cielo, pero la pregunta que se genera es ¿Los actuales pre-candidatos poseen los suficientes elementos para competirle al PRI dada la debilidad institucional que enfrenta el PAN? La respuesta es no.

Guste o no el PRI posee una fortaleza en Coahuila que no se presenta en ninguno de los demás estados fronterizos. En Coahuila no ha habido alternancia en el gobierno como en Baja California, Chihuahua y Nuevo León, ni tampoco han habido elecciones a gobernador competidas como en Sonora o Tamaulipas. Ya no digamos sobre la alta popularidad de la que gozan el gobernador y el principal pre-candidato.

Si bien los conocidos pre-candidatos panistas tienen nombre, capacidad y trayectoria, habría que ver si son de posicionamiento electoral: al menos las actuales encuestas dicen que no y solo que algo extraordinario suceda, difícilmente podrán generar mayor interés entre el electorado a través de un partido que hasta hoy genera sinsabor.

El PAN en Coahuila, como ya lo he escrito anteriormente, es un partido de coyunturas por una sencilla razón: así ellos lo quieren. Su escasa brújula política para poder desarrollar una fuerza opositora basada en innovadoras propuestas y ahora el manto frágil establecido por una elección que pretendió mermar el divisionismo interno, se suman a esa terca voluntad (generada a estas alturas de manera inconsciente) de no querer unirse.

El PAN en Coahuila tiene la imagen del PRD a nivel nacional: un partido de violencia institucional y ante eso tendrán que luchar los panistas para posicionarlo como una alternativa real.

Relatada entonces de manera breve la situación partidista y dada la cercanía de las elecciones para gobernador, ninguna opción debe descartarse por más descabellada que pudiera parecer, incluso una alianza con el PRD, aunque esta alternativa no contribuiría, pienso yo, con mayores votos. La experiencia misma en el pasado y en otros Estados así lo indican, y en esto abro un paréntesis.

Las alianzas entre partidos son convenientes cuando al menos dos de ellos muestran cierto nivel de fortaleza política en el Estado. Si uno de ellos carece de ese mínimo nivel difícilmente podrán generarse escenarios de triunfo. En Oaxaca Gabino Cué no ganó porque el PAN y Convergencia son demasiado débiles en esa entidad y lo mismo aconteció en otros estados más. Nayarit y Chiapas son casos aislados dados los hechos ocurridos en las postrimerías de las elecciones.

Así entonces, el escenario para el PAN de cara a las elecciones del 2005 y al menos en lo concerniente a la elección de gobernador, se antojaría más que fueran a la misma solos pero ¿Con candidato interno o candidato externo?

Si bien es cierto que aun falta tiempo, también es cierto que en los meses restantes es prácticamente imposible disminuir un déficit de posicionamiento político del tamaño del Estado mismo. Entonces la pregunta nuevamente es ¿Qué hacer o como hacerle?

La visita que hace algunos días realizo Chuy María Ramón a las oficinas del PAN estatal causo asombro en los analistas y desconcierto y enojo en los actores políticos, tanto de su partido como del partido al que visitó. Desde mi punto de vista fue una buena maniobra más no se si la forma en que se llevo a cabo fue la adecuada.

La primera lectura que me deja es un grato sabor de boca por lo siguiente: mostró una actitud de “acercamiento” y de “vamos a platicar”, misma que tanta falta hace ante los constantes pleitos entre los partidos. Por más que trato de recordar algo similar no lo consigo. Han habido movimientos similares en el pasado de manera pública (seguro han ocurrido en lo privado), pero estos eran previamente anunciados, se daban por motivo de momentos de coyuntura o bien en ambientes distintos (familiares, sociales, etcétera).

Siendo ortodoxos, Chuy María cumple con una característica importante dentro del perfil del candidato panista: es empresario, y para ir más allá he de confesar que algunas de sus propuestas, dentro de la campaña de 1999 para obtener la candidatura de su partido, eran muy interesantes.

Su propuesta de desarrollar un plan integral para atraer industria de alta tecnología al Estado era diferente a todas las demás. En pocas palabras deseaba competirle a Jalisco y realizar algo parecido a lo que están haciendo actualmente para el norte de Baja California. Obviamente una buena propuesta no es suficiente para eliminar debilidades o volcarse ciegamente por él, pero si contribuye a elevar el nivel dentro del debate electoral, importantísimo para una sociedad que va en evolución.

Sin embargo Chuy María tiene un elemento que juega en contra de él: su cercana relación (o ex –relación) con Rogelio Montemayor. La animadversión existente hacia el ex –gobernador por parte de los panistas y de los martinistas es muy fuerte y hace que en algún punto se unan, por lo que Chuy María para donde se pretenda mover debe lidiar con ello y si está decidido a ir por la candidatura sin importar el partido, entonces no bastará con solo un pronunciamiento que señale su rompimiento con el grupo que le dio vida como figura pública.

Los panistas coahuilenses deben comprender un hecho: si bien la ideología es importante dado que ubica en un punto determinado dentro del amplio espectro del pensamiento político, ésta no tiene tanto peso como los principios que guían el actuar de las personas.

De hecho en algunas ocasiones la ideología se convierte en obstáculo cuando los principios son similares entre los actores provenientes de diferentes partidos. El ejemplo lo podemos ver con lo que acontece en el ámbito político nacional: reformas que no ven la luz del día debido al férreo sostenimiento a ideologías retrógradas y mezquinas.

El escenario político para el 2005 sigue armándose y comienza a tomar forma. Los dos principales partidos (PRI y PAN) tienen sus respectivos retos pero para el segundo existe una pregunta más ¿Cómo ganar la gubernatura ante un gobierno que ha hecho en lo general un buen trabajo?

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