El ser ciudadanos (2)

La semana pasada reflexionaba sobre la evolución del ciudadano como tal. Señale que ser humano y ser ciudadano no es lo mismo. Mientras el primero implica meramente rasgos naturales (físicos y emocionales), el segundo involucra valores de convivencia aprendidos en el seno familiar, educativo o social, permitiendo que las sociedades tengan futuro.

Escribí también que el “equilibrio” es una palabra clave dentro del desarrollo de una sociedad ya que no se puede tener gobiernos avanzados y modernos si no existe una ciudadanía fuerte y consolidada. Finalmente agregué que en lo general se puede clasificar al ciudadano en tres segmentos: a) ciudadano alejado de asuntos públicos, b) ciudadano que interactúa con el gobierno y c) ciudadano que se involucra con el gobierno.

Pues bien, ahora quisiera ahondar sobre la responsabilidad del gobierno, principalmente el local / municipal, en la construcción y consolidación de ciudadanía. El dicho afirma que “las sociedades tienen el tipo de gobierno que se merecen” y efectivamente así es, hasta cierto punto.

Si nos atenemos a que una de las funciones del gobierno es el bien común y sin embargo éste obstaculiza el desarrollo de la conciencia ciudadana tendremos entonces un ejercicio perverso del poder por parte del gobernante, que a la larga mermara en la viabilidad de la sociedad.

En México es muy común que los partidos políticos, una vez que arribaron al gobierno municipal, “partidicen” el principal instrumento existente de construcción y consolidación de ciudadanía; las juntas vecinales. Como si fueran de su propiedad, los partidos en el poder se adueñan de mecanismos e instrumentos que en su concepción pura son muy útiles.

Otro viejo vicio, que sigue con una alta presencia en los municipios mexicanos, es la conformación “a modo” de los consejos municipales. Evadiendo principios básicos de participación ciudadana (como la convocatoria pública, la existencia de reglas de participación, periodicidad de la participación y la sabiduría de quienes participan) muchos gobiernos locales siguen cometiendo las mismas fallas de sus antecesores. ¿La causa? Una cultura ciudadana distorsionada.

La visión cortoplacista que privilegia el “control” en aras de una supuesta “gobernabilidad”, sobre el debate abierto y la pluralidad, usualmente se impone. De aquí la importancia de impulsar novedosos programas de construcción de ciudadanía desde diversos frentes.

Existen muy diversas formas de contribuir a la consolidación de ciudadanía e incluso son varios los actores que la fomentan, entre ellos como ya lo mencione, el gobierno principalmente local / municipal.  Algunos gobiernos locales visionarios emprenden acciones que ayudan a generar o mantener ciudadanía entre los habitantes o bien a inculcar la que prevalece en la comunidad a los recién llegados a la misma.

Un ejemplo del primer caso (mantener ciudadanía) lo representa la Academia para el Liderazgo Ciudadano de Navolato, Sinaloa, iniciativa implementada por el gobierno municipal. Leyendo uno de los fundamentos que le dieron vida en dicho municipio me tope con un párrafo que me llamo mucho la atención y que a continuación cito: “En los últimos años en las instituciones del Estado de Sinaloa, y en algunas otras de nuestro país, se ha venido presentando una tendencia irreversible que involucra cada vez a los ciudadanos en las decisiones de Gobierno. La práctica cotidiana del pasado, en lo que refiere a programas de desarrollo local, se daba al margen de la participación ciudadana. En muchas ocasiones se conjugaba la falta de propuestas e iniciativas de la sociedad con la apatía gubernamental”.

Dentro del texto anterior destaca la última frase, debido a que reconoce el déficit existente en el rol que juegan tanto sociedad como gobierno, pudiéndose interpretar que ante la falta de propuesta del primero, el gobierno (entiéndase a todo los entes que lo conforman) simplemente se conducirá por donde mejor se le acomode y no necesariamente será por la consolidación de una ciudadanía plena.

Otro ejemplo que deseo citar y que se refiere a inculcar una ciudadanía determinada a recién llegados, es la Guía para los Nuevos Habitantes de Vancouver, Canadá (Newcomer’s Guide to the City of Vancouver). Siendo ésta ciudad canadiense una de las que recibe mayor migración (principalmente asiática), y que por lo mismo podría verse afectado su alto nivel de ciudadanía,  es que sus autoridades realizan esfuerzo adicionales.

Uno de los propósitos de este tipo de guía es hacerle saber al nuevo habitante que procede de otra ciudad o país aquella información que es importante para convertirse en un buen ciudadano de Vancouver; su nueva casa. Pero hay otro mensaje implícito que posee mayor relevancia: eres bienvenido y te invitamos ha que te incorpores a nuestra manera de ejercer la ciudadanía.

Si bien en su parte fundamental los valores del buen ciudadano son universales, existen algunos detalles o particularidades que requieren de ser resaltadas por las comunidades. De aquí la importancia de desarrollar programas o materiales como guías, folletos o trípticos. En resumen; el gobierno tiene una gran responsabilidad en cuanto a formación de ciudadanía y hay muchas formas de convertirlo en realidad, pero si la sociedad no aporta su parte, el desequilibrio se hará presente.

Glosa: El resultado de la elección en Guerrero deja un dulce sabor de boca. Siendo uno de los Estados más pobres del país, y por lo tanto muy susceptible para que sus electores sean “maizeados” (como seguramente lo hubo), los guerrerenses demostraron una alta cultura cívica al rechazar contundentemente un sexenio más de cacicazgos.

Sin duda la gestión de Zeferino Torreblanca traerá nuevos aires no solo sociales y políticos. Durante su gestión como Alcalde de Acapulco, más que obras espectaculares y programas populistas, Zeferino invirtió en aquello en lo cual los gobernantes no son muy asiduos ha hacerlo simplemente porque no deja votos: en la construcción de institucionalidad. Si no hay institucionalidad en una sociedad, en el largo plazo no habrán ni obras, ni programas ni viabilidad social, económica, política y cultural. Bienvenidos esta clase de políticos. Enhorabuena Guerrero.

 

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