Si en algo se caracterizan nuestros políticos es en pedir por todas partes a la sociedad esfuerzos para llevar a cabo, según esto, su cometido. Los políticos nos piden condiciones para dialogar, prerrogativas para subsistir, flexibilización de las normas para operar, nuestra participación ciudadana para promover su ideología.
Piden nuestro voto, el cumplimiento de la ley, el arreglo político, la no satanización de su profesión (política), piden comprensión, piden paciencia, piden que no haya “albazos”, piden no jugar chueco, piden que denunciemos, piden que paguemos impuestos, piden que denostemos y le echemos la culpa al gobernante en turno, piden que no votemos por el otro partido, y así piden infinidad de cosas.
Pero a cambio de tanto pedir ¿Qué nos ofrecen ellos de allá para acá? Pues nos ofrecen que el país siga hundiéndose en todas las estadísticas tanto nacionales como internacionales habidas y por haber, quedándonos únicamente la opción de observar como otros países avanzan por senderos de desarrollo. En otras palabras, que nuestra calidad de vida vaya siendo cada día peor y más aún que no veamos el día en que esto se revierta.
La semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos informó a los mexicanos de nuestro desplazamiento como novena economía del mundo; ahora somos la economía número catorce. Es decir, de golpe y porrazo se nos deshizo la única ilusión primer mundista que nos quedaba, la de estar dentro del Top Ten en cuanto al tamaño de la economía nacional.
Según datos del FMI, refutados por Fox y avaladas por Carlos Abascal (nótese otra vez la coordinación), para el 2005 los países que ya superaron a México son Rusia, lugar 10 con US864 mil millones de PIB; India, lugar 11 y US814 mil millones; Brasil, lugar 12 y US785 mil millones; Corea del Sur, lugar 13 y US785 mil millones y México, lugar 14 y US743 mil millones.
De entre los países antes señalados destaca Brasil, que de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), está cosechando las reformas constitucionales de 1995 que terminaron con el monopolio estatal de las telecomunicaciones y los hidrocarburos, entre otras acciones emprendidas. Cabe añadir las recientes reforma fiscal y de pensiones, que por cierto mermaron los índices de popularidad de Lula, pero no había de otra salida.
Sin duda Brasil aun enfrenta muchos retos, pero esta haciendo la tarea. Hoy los analistas lo consideran como parte del grupo BRIC (siglas de Brasil, Rusia, India y China), países que se prevé alcanzarán su desarrollo y competirán con el mundo occidental en las próximas décadas ¿Y México? ¿Acaso BRIC no incluye una M? En México algunos políticos se envuelven en la bandera del falso nacionalismo y la retórica de la soberanía, obstaculizando reformas muy importantes.
Muchos se cuestionan ¿Y de que sirve aumentar el PIB si las diferencias sociales se agrandan más? Pues bien, aunque es cierto ese cuestionamiento también es cierto que el pastel a repartirse entre ricos y pobres se hace más chico con el escaso crecimiento del PIB y un crecimiento constante de la población. Lo que es lo mismo, a los pobres les tocará todavía menos de lo que hoy les corresponde.
Por donde se le vea la caída de México en muchos indicadores se ha tornado dramático y pecaríamos de ingenuos echándole únicamente la culpa al actual gobierno federal, como suelen hacerle muchos politiquillos miopes de quinta clase. En esta caída todos hemos puesto nuestro granote de arena.
Cuando leía la “mala nueva” sentí ganas de hacer realidad en ese instante la famosa frase argentina “que se vayan todos”…los políticos. Como no quería quedarme con el coraje, so pena de sufrir un infarto, conversé con un amigo que trabaja para un grupo parlamentario en la Cámara de Diputados federal. Le dije hasta de lo que se iba a morir.
Ya más calmado comencé a desglosar a nuestra clase política y confirme que hay políticos que están comprometidos por hacer los ajustes necesarios, pero lamentablemente son la minoría. Mi reconocimiento para ellos. También volví a confirmar que los principales opositores provienen de los Estados más pobres del país ¿Acaso no se dan cuenta que este estatismo les afecta más a sus Estados?
Según el INEGI, entre 2000 y 2003 el PIB promedio de la región centro y norte avanzó 5 por ciento , mientras que la riqueza de la porción sur y occidente avanzó solo 2.4 por ciento. Con sus actitudes están provocando no solo un mayor distanciamiento económico entre las regiones, sino también un mayor distanciamiento político y quizás hasta ideológico. Cuidado con esto último.
Otro hecho que me “brinca” es la forma de hacer política en México; sigue descansando más en lo protocolario que en lo pragmático, lo que representa una gran barrera para sacar acuerdos, tomar iniciativas y decisiones. Hoy sigo acudiendo a actos cívicos donde es común que alguien mencione: “con su venía señor Presidente Municipal (o Senador, Diputado)”. Con estos formalismos de por medio olvidamos las cosas de fondo.
Me cuesta mucho creer que Manuel Espino, Presidente del PAN (o cualquiera de los otros presidentes de partido), no pueda levantar el teléfono y marcarle en persona a Madrazo y a Cota Montaño para decirles; “oigan este país se esta cayendo a pedazos, ¿acaso les importa?, si es así vamos juntándonos”. Me temo que prefieren seguir los “cauces políticos”. Vaya estupidez.
Mi paciencia, amable lector, va llegando a su límite para con los partidos políticos y más con respecto unos cuantos políticos. Es cierto, en sus documentos ideológicos plasman muy bonito su visión de país, pero en la práctica se encuentran a años luz.
No debemos olvidar que cuando un ciudadano no se siente correspondido por su Estado/Nación, no se esforzará por realizar acciones que impliquen un sacrificio cuando lo pida el mismo Estado/Nación…o los políticos. La frase que hiciera tan famosa John F. Kennedy (No te preguntes que hará el país por ti, pregúntate que puedes hacer tu por el país) encuentra solo eco cuando niveles mínimos de calidad de vida y valores están presentes. ¿Hasta cuando señores políticos?
Glosa: suerte
al regidor Antonio Neira en su intento por disminuir el tamaño de los Cabildos
en Coahuila. Ojalá sea el primer paso para una reforma profunda a los Cabildos.
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