Fundación ALAS, causas y efectos

Artículo Localeando, 22 de Mayo de 2008 
Jaime Villasana Dávila 

En los inicios de mi estancia de quince días en México he visto en los canales de Televisa diversos anuncios y reportes noticiosos sobre los macro-conciertos celebrados simultáneamente en México DF y Buenos Aires patrocinados por la fundación ALAS, cuyo objetivo es crear conciencia y exigir a los gobiernos latinoamericanos un mayor esfuerzo para que los niños del hemisferio tengan un mejor futuro.

Esta fundación, cuyos propósitos son sin duda loables, recibió recientemente un cuantioso donativo por más de 110 millones de dólares de Carlos Slim. De entrada afirmo que cualquier donativo tendiente a otorgar a necesitados algo de alivio es de reconocerse. Se necesitan estos y muchos otros cientos de millones de dólares para mitigar un poco las carencias de miles de mexicanos.

Sin embargo me parece que en México, y específicamente las fundaciones de grandes empresas y empresarios, nos estamos enfocando más en tratar de “arreglar” los efectos que las causas. Si seguimos esta estrategia nunca terminaremos con los efectos porque las causas siempre se encargarán de seguir produciéndolos.

Si bien hay que seguir atendiendo los efectos porque es imperdonable e intolerable ver, por ejemplo, pobreza extrema, al mismo tiempo debemos dedicar iguales recursos y esfuerzos en abatir las causas; malas políticas públicas, gobiernos poco comprometidos y actores políticos con un enfoque de beneficio parcial (por decir lo menos).

México es uno de los países con el menor número de ONGs y casi me atrevo a asegurar que la cifra baja dramáticamente si nos enfocamos únicamente en el número de Think Tanks (centros de investigación y estudios). El hecho es muy preocupante porque son precisamente los Think Tanks las organizaciones que se enfocan en analizar las causas y luego hacer propuestas para minimizarlas o eliminarlas.

Se requiere entonces que las grandes fundaciones y empresarios donen mayores recursos hacia estos organismos de la sociedad civil los cuales hoy tienen que buscar financiamiento en fundaciones extranjeras quienes saben y reconocen la importancia de atender las causas (no sólo los efectos).

Ojala pronto podamos ver un balance en las donaciones.

Glosa: Coahuila es uno de los 12 estados donde no existe al menos un Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN). Esto nos pone en desventaja para generar un futuro de nuestras ciudades con rumbo y mayor certidumbre.

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