Reacciones gubernamentales

Artículo Localeando, 12 de Junio de 2008 
Jaime Villasana Dávila 

Aun y cuando debiera estarme ocupando por disfrutar de mi estancia en Bilbao, no dejo de reflexionar en las reacciones que tiene un gobierno cuando un medio de comunicación publica algo que no le favorece.

El tema me es familiar porque formé parte de uno municipal y siempre que acontecía algo así los mecanismos de defensa se nos activaban inmediatamente. Por aquel entonces (97-99) había un periódico que constantemente nos amargaba el día (Vanguardia) y hacíamos cuanto se podía por minimizar o desmentir la nota o reportaje en cuestión aún y cuando esta era justa ¿la razón? Estando en el gobierno (poder) el ser humano suele transformarse, generando la sensación de que lo hecho (aunque esté mal) no debe ser criticado debido al enorme esfuerzo realizado.

Aquí en España, en EUA o cualquier otro país desarrollado la clase política ciertamente suele reaccionar a la defensiva ante un medio critico sin embargo la diferencia está en el tipo de respuesta que se da. Parece poca cosa pero ello refleja en parte el grado de cultura política que esa sociedad tiene; si ésta es sólida la intención del gobierno a una nota justa suele ser encontrar la mejor respuesta sin negar la veracidad de tal nota, incluso aceptar un “nos equivocamos”, cosa que la gente suele apreciar mucho. Tony Blair era uno de esos y nunca perdió una elección.

Traigo a colación estas anécdotas y hechos debido a los desencuentros del Gobierno estatal y municipal saltillense con el periódico Palabra. El último ocurrió la semana pasada luego de un sano ejercicio de acceso a la información practicado por el medio informativo y donde ninguno de los dos gobiernos antes citados salió bien librado.

El ejercicio pareció serio y simplemente siguió un procedimiento citado por la ley (solicitar información). La respuesta del gobernador fue que los resultados habían provenido de “una fuente de sodas”. El alcalde se escudó en las “auditorias permanentes”. Las reacciones a ejercicios similares de otros medios han sido también en el mismo tono.

Me parece que ante un ejercicio como éste la mejor respuesta hubiera sido un “verificaré los hechos” o aceptar simplemente el rezago. Pero se prefirió el ramalazo. Lo mismo hicimos nosotros en su momento, igual lo hacen panistas y perredistas y el mexicano en general, lo que no abona al desarrollo político.

Es necesario que todos mostremos posturas más sinceras si queremos avanzar.

Comentarios