Osetia del Sur

Artículo Localeando, 14 de Agosto de 2008 
Jaime Villasana Dávila 

Un conflicto largamente anunciado finalmente se dio el pasado jueves 7 de Agosto cuando Georgia quiso retomar con la fuerza militar a Osetia del Sur, una de sus dos provincias separatistas (la otra es Abjasia). De inmediato Rusia intervino al auxilio de los osetios, muchos de ellos con pasaporte ruso.

¿Cómo es posible que la invasión a un territorio de apenas 3,900 kms2 (más pequeño que el municipio de Saltillo) cause tal desestabilización a nivel mundial? Las respuestas son múltiples.

Políticamente la región del Cáucaso, donde se ubica Georgia, es importantísima para los intereses rusos. Chechenia, una república rusa separatista causante de una sangrienta guerra en los 90s, es vecina de Georgia (y por lo tanto de Osetia Norte y Sur) y este hecho ya hace a la zona un polvorín político. En lo económico tenemos que por Georgia pasa un crucial gasoducto (propiedad de BP, quien decidió detener el bombeo ante los hechos), el cual le permite a Europa depender un poco menos de Rusia, su principal proveedor. Si Georgia es inestable el gasoducto también lo será.

En lo histórico toda esa región perteneció a la URSS y antes al imperio zarista y esto genera ciertos derechos. Y finalmente tenemos lo cultural, el factor de mayor importancia. Al quedar partida Osetia en dos territorios (Norte y Sur) en 1990 y bajo dos países distintos, era natural que ese irredentismo y sentimiento nacionalista tarde o temprano resurgiera. Para infortunio de los georgianos, los osetios sureños quieren unirse a Rusia.

Con la caída del imperio soviético (1991) occidente se dedicó a penetrar en las áreas de influencia de Rusia quien al estar debilitada no podía responderle y hoy Georgia (pro-occidental) está fungiendo como un caballo de Troya en la zona. Pero luego de casi 20 años y nadando en petro-dólares, la historia es distinta. Recordemos también Kosovo, donde los rusos fueron mayoriteados por EUA, Inglaterra, Francia y Alemania. Hoy les toca la revancha.

Tal como aconteció en Kosovo, ojalá pronto puedan darse las condiciones para qué, siguiendo las reglas internacionales, se lleve a cabo un nuevo referéndum en Osetia del Sur y sean sus habitantes quienes decidan su futuro (seguir siendo parte de Georgia o unirse a sus hermanos del Norte y por lo tanto integrarse a Rusia).

Occidente debe permitir que se lleve a cabo tal referéndum o ¿seguirá aplicando su doble estándar?

Glosa; la propuesta de Calderón para colocar a Sojo al frente del INEGI es una pésima decisión que nos lleva a tiempos pasados.

Comentarios