Arteaga y la UAdeC

Artículo Localeando, 1 de Julio de 2010 
Jaime Villasana Dávila 

Antes de abordar el tema de hoy, merece unos renglones el asesinato de Rodolfo Torre, candidato priísta a gobernador de Tamaulipas. Es muy lamentable este hecho y debe investigarse hasta sus últimas consecuencias. Atiza, sin duda, al entorno de zozobra en México. Ya se verá si con este asesinato nuestra clase política tiene altura de miras suficiente para llevar a cabo (finalmente) reformas necesarias en seguridad y en otros temas (todo está interconectado).

El crecimiento urbano de una ciudad/metrópoli es uno de los temas más delicados para una sociedad, pues implica la tenencia de la tierra y el valor que ésta pueda adquirir debido al desarrollo. Los intereses particulares suelen ser muy elevados y las autoridades son tentadas a caer en un juego cuyo último objetivo es el bien común.

Dado lo anterior las “reglas del juego” deben ser muy claras pero sobretodo definidas por la comunidad en general. De aquí que las ciudades y municipios de países con un nivel mínimo de desarrollo elaboran sus Planes de Desarrollo Urbano (PDU), como parte de un Plan Estratégico de Largo Plazo (PELP).

La zona metropolitana de Saltillo no es la excepción y los tres municipios que la conforman tienen sus PDU y la zona su PELP. El problema entonces no es la tenencia de un plan/planes sino la forma de ejecutarlo y los mecanismos existentes para darle seguimiento.

En los últimos años hemos visto como nuevos desarrollos se gestan en Derramadero y más recientemente en Arteaga con la construcción de instalaciones de la UAdeC. Esto último tendrá un impacto enorme no sólo para el entorno urbano, sino también para el desempeño financiero y operativo de sus autoridades municipales.

De aquí que los arteaguenses y sus autoridades deberán ponerse muy atentos y estrictos ante los desarrolladores urbanos para ponerles orden y cobrarles lo justo en impuestos y derechos, dado que ese dinero lo necesitarán para prestarles servicios a una población que crecerá exponencialmente.

Sigo insistiendo que en Coahuila nos hace falta institucionalizar la planeación porque sigue siendo muy frágil su ejecución. Una solución es crear Institutos Regionales de Planeación que sustituyan a los actuales Consejos de PELP creados en 2005 (un buen acierto del ex –gobernador). La otra opción es crear una A.C. (aquí un ejemplo; http://www.planjuarez.org/) en cada una de las regiones que dé seguimiento a la ejecución de los PELPs regionales de Coahuila debido a que los Consejos no han funcionado como se esperaba.

En la etapa final de su sexenio, el gobernador coahuilense bien pudiera impulsar y heredar estas instituciones tan necesarias para un mejor futuro del estado.

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