Opacidad institucionalizada

Artículo Localeando, 28 de Septiembre de 2010 
Jaime Villasana Dávila 

Con frecuencia expertos, académicos y politólogos achacan una mayor responsabilidad a los gobiernos panistas de la alternancia por el estancamiento de la democracia mexicana. Y ciertamente tienen algo de razón pero deberíamos hacer un análisis más minucioso para asignar responsabilidades de manera más objetiva.

Valores cruciales de la democracia son la transparencia y rendición de cuentas, y el retroceso en ellas al interior de la administración pública mexicana es algo que no podemos achacarles al 100%. Corresponde a cada gobierno estatal, municipal y todos los organismos públicos atender tales temas.

En los últimos meses han acontecido lamentables decisiones que atentan contra tales valores en todos los rincones de instancias públicas. Aquí ejemplos:

a) La incorporación de Wanda Sigrid Arzt y de María Pérez-Jaén, dos personas muy cercanas al Presidente Calderón, al Consejo del IFAI disminuyó la credibilidad de esta institución. A esto hay que sumarle el brinco directo de Alonso Lujambio del IFAI a la SEP.

b) El control de los institutos estatales de transparencia por parte de los gobernadores es una realidad innegable. Son contados los comisionados que realmente ejercen una labor apegada al espíritu de las leyes. De aquí la necesidad de que ni el Presidente ni los gobernadores tengan la atribución de proponer candidatos a comisionados. Deben ser organismos ciudadanos quienes lo hagan.

c) El gobierno municipal no se salva. De acuerdo al Ranking CIMTRA (Ciudadanos por Municipios Transparentes), la calificación promedio en transparencia de los municipios evaluados es de apenas 23.6 sobre una escala de 100. De aquí la urgente necesidad de hacer reformas políticas en los Ayuntamientos para balancear el poder local. La elección directa de regidores abonaría a ello.

Coahuila no se salva de este retroceso. De acuerdo al estudio “Métrica de la Transparencia 2010”, realizado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, nuestro estado se ubica en el lugar número ¡25 del ranking nacional!. Para agregar a lo anterior y según el ranking de Aregional, Torreón es el municipio más opaco del país (4.50 puntos de 100).

Con estos datos vale preguntarse ¿y el ICAI apá? Después de cinco años en operación y de haberse gastado 107.8 millones de pesos desde entonces, queda la sensación de que estamos igual, incluso peor, pues ahora tenemos una opacidad institucionalizada.

El gobierno del estado también tiene su chamba por hacer, pero al parecer no hay conciencia de ello si consideramos que para el Subsecretario de Transparencia de la SFP estatal, Gerardo Garza Melo, “vamos por buen camino”. ¿¡En serio!?.

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