Impulso a los partidos estatales

Por: Jesús Cantú Escalante, Profesor EGAP- Campus Monterrey


En el Senado una iniciativa de reforma constitucional.

El pasado martes 15, el senador René Arce presentó una iniciativa de reforma constitucional para permitir a los partidos políticos estatales postular candidatos para diputados y senadores por el principio de mayoría relativa, solos o en coalición con los partidos políticos nacionales, para los puestos en disputa en su entidad, lo que podría ser un detonador de la importancia de estos institutos políticos en la vida política nacional.

Actualmente los únicos que pueden postular candidatos a los puestos de elección federal (presidente, senadores y diputados) son los partidos políticos nacionales, que pueden hacer coaliciones con los partidos políticos estatales para participar en las elecciones estatales (gobernador, alcaldes o diputados locales), pero no en las federales.

Los objetivos

La iniciativa también pretende ampliar la colaboración entre instituciones y organizaciones sociales y los partidos políticos, tanto nacionales como estatales, pero no precisa sí podrán firmar convenios de coalición, como sí pueden hacer con las agrupaciones políticas, pues únicamente señala: "La Ley promoverá diversas formas de asociación entre partidos y otras instituciones y organizaciones, para fines políticos y sociales".

La iniciativa de reforma sería una vía para incentivar la creación de partidos políticos estatales y, una vez, constituidos impulsar su fortalecimiento, pues se ensancharían sus posibilidades electorales. La diversidad y multiculturalidad de la vida política mexicana requiere de partidos estatales o regionales fuertes e influyentes, sin embargo, esto no sucede porque compiten en condiciones de franca desventaja con los partidos políticos nacionales.

El primer problema que enfrentan tiene que ver con el financiamiento público que reciben, pues la mayor tajada se otorga desde las arcas federales y los partidos estatales no tienen acceso al mismo. Así, tienen que conformarse con los recursos que les otorgan los órganos electorales estatales que, salvo el caso del Estado de México y el Distrito Federal, son prácticamente migajas comparados con los nacionales. Pero en cualquier caso, los partidos políticos nacionales participan en las elecciones estatales con los apoyos económicos que les envían sus dirigencias nacionales y los recursos estatales son realmente un complemento, de esta forma las condiciones son muy desiguales.

El segundo problema tiene que ver con su acceso a los tiempos de radio y televisión, pues los partidos políticos estatales únicamente tienen acceso a los medios con cobertura regional y no a los nacionales, con lo cual pierden un buen porcentaje de la audiencia; pero además fuera de los procesos electorales su acceso es muy limitado, incluso en el caso de los medios de cobertura regional, pues no se contempla que tengan derecho a los programas mensuales de cinco minutos y a lo más que pueden aspirar es a transmitir sus promocionales de 20 segundos.

El tercer problema tiene que ver con esta imposibilidad de participar en las elecciones federales, ya sea en coalición con otros partidos estatales, con un partido político nacional o como partido político en lo individual, su participación se limita a las elecciones estatales y, por lo mismo, no es muy atractivo para los políticos con aspiraciones de trascender más allá de su estado el dedicar sus esfuerzos a la integración de un partido estatal.

La posibilidad que plantea esta reforma les permitiría vencer, al menos, este último problema, pues en el momento en que un partido político estatal tuviese una importante presencia en una región o en todo el estado, podría postular directamente candidatos a senadores o diputados, donde considere que tienen posibilidades de ganar, o establecer convenios con partidos nacionales para que sus militantes fuesen los abanderados de una coalición.

Uno de los países que muestra mayor fortaleza de sus partidos regionales o nacionalistas es España, donde destaca el Partido Nacionalista Vasco, que tiene 6 diputados y 4 senadores en el Congreso Español y hasta 1 representante en el Parlamento Europeo. Pero no es el único caso, incluso en noviembre del año pasado seis partidos regionales conformaron la Federación de Partidos Regionales con la intención de participar en las elecciones al Parlamento Europeo en 2012; no será la primera vez que lo hagan, pues ya participaron en esa forma en 1989, aunque no consiguieron ninguna posición en dicha instancia.

Iniciativa incompleta

Con el acuerdo que concretaron los partidos regionalistas, al igual que hacen los nacionalistas, pretenden contender en las elecciones generales en España y en las europeas con las mismas siglas, un mismo proyecto político general, pero en el que se plasmen en cada una de las regiones sus reivindicaciones históricas.

La iniciativa de reforma presentada por Arce no tiene esos alcances, pues únicamente señala: "Los partidos políticos que tengan registro en las entidades federativas, podrán participar en las elecciones federales para diputados y senadores por el principio de mayoría relativa, solos o en coalición con partidos políticos nacionales". Es decir, no contempla la posibilidad de una coalición de partidos estatales entre sí, en el momento en que hubiese más de estos partidos, sin embargo, es un primer paso en dicho sentido.

Ante la resistencia a ultranza por parte de las dirigencias de los partidos políticos nacionales para permitir el registro de candidatos no partidistas, la posibilidad de fortalecer a los partidos estatales o regionales y permitirles una mayor incidencia en la vida política nacional, luce como una vía más transitable, pues desmonta muchas de las críticas que le hacen a las primeras y permitiría la presencia de figuras políticas locales y regionales que no quieren someterse a la voluntad de las dirigencias nacionales de partidos políticos nacionales.

Publicado en El Diario de Yucatán, 20/02/11

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