Lo que extraño de DC viviendo en DF


Artículo Localeando, 24 de Enero de 2013
Jaime Villasana Dávila

Han pasado casi siete meses desde que nos mudamos a vivir al DF luego de radicar por cinco años en Washington DC (DC). Nuestro acoplamiento a esta megaurbe salió muy bien. Las distancias trabajo-guardería-casa las mantenemos prácticamente igual y esto es una ventaja.

Además habiendo yo vivido en DF de 2001 a 2005 el acoplamiento para mí no implicó mayores esfuerzos salvo algunos ajustes pues ahora tengo un hijo menor. En mi primera estancia estaba soltero.

Para mi esposa el tamaño de la ciudad y la enorme cantidad de gente en la calle tampoco representó mayor cosa. Siendo de Tokio la dinámica del DF le es muy familiar.
Usar direccionales da certeza y
certidumbre a peatones y automovilistas.
Además inhibe accidentes.
¿Tú las usas?

Pero lo que sí extrañamos de DC (y aquí me incluyo) es el binomio orden-certeza que te da una ciudad o megaciudad de “primer mundo”. Y es que en estas ciudades las reglas urbanas y el respeto de las mismas no son sólo garantía de dicho orden-certeza sino de que en tu persona tendrás menos probabilidades de sufrir algún accidente mientras se anda por la calle.

Además teniendo un hijo menor y ser los tres peatones frecuentes lo citado se extraña mucho más. Lo último que deseas en la vida es que te pase algún tipo de accidente.

Cito dos ejemplos de lo extrañado.

Primero. El cruzar por las esquinas como peatón no es una regla fastidiosa que a alguien se le ocurrió. La regla es así porque está comprobado que se reduce en buena medida accidentes peatonales-vehiculares, además de darle fluidez con orden a estos dos elementos móbiles.

Pero dado el casi nulo respeto al peatón en el DF (y en muchas ciudades mexicanas salvo contadas excepciones como en Chihuahua), el cruzar las esquinas es un juego de vida-accidente. De aquí que cuando puedo prefiero cruzar a media cuadra y más si ando con mi hijo. Cruzando por estas zonas tengo mayor posibilidad de ver al auto que se aproxima y no estoy con la incertidumbre de si el vehículo que se aproxima dará vuelta o no pues no usa las direccionales.

Segundo. Las direccionales e intermitentes de los automóviles son otros elementos sustanciales en las reglas viales. Como su nombre lo refleja, indican la dirección que tomará un automovilista determinado contribuyendo a que el peatón y los otros automovilistas planeen en microsegundos su próximo movimiento. En el DF, ante el casi nulo uso de ambas señales, se juega en todo momento a las adivinanzas.

México tiene un alto índice de accidentes viales y muertes por ello. Meses atrás el gobierno federal inició una campaña para contrarrestar esta situación. Pero si no se suman los gobiernos de ciudades y principalmente nosotros como ciudadanos jamás podremos disminuir este mal.

Se trata en parte de usar direccionales. Mover una simple palanquita. 

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