Ucrania; Rusia lo hizo de nuevo y lo volverá a hacer

Artículo Localeando, 6 de marzo de 2014
Jaime Villasana Dávila

Al igual que en agosto de 2008 cuando Rusia arrebató por la fuerza a Georgia las provincias de Abjasia y Osetia del Sur, ahora quiere hacer lo mismo con la República Autónoma de Crimea, misma que es parte de Ucrania.

Rusia necesita otra dirección para progresar e integrarse.
Putin la lleva en sentido contrario con acciones como Crimea. 
En ambos conflictos Vladimir Putin usa como pretexto defender la integridad de los ruso-parlantes que viven en dichas zonas –Hitler hizo lo mismo-. En realidad son rusos afincados ahí debido al régimen soviético. Otros son los grupos étnicos originales. En Crimea los tártaros.

Crimea es estratégica pues en Sevastopol está una enorme base naval rusa que data desde tiempos zaristas. Es su salida al Mar Negro y de ahí al Mediterráneo y Atlántico. Su otra salida a estos mares son los puertos de Kaliningrado y San Petersburgo en el mar Báltico pero de dificultuoso tránsito y bien vigilada por la OTAN. De aquí que Rusia jamás soltará a Crimea.

Rusia se me figura al típico estudiante bravucón y fornido que siempre anda en busca de pleito para demostrar su hombría y remarcar territorios. Los que tienen sus mismas características físicas-armamentísticas (sólo EE.UU y China) no le quieren poner un “estate quieto” por temor a desencadenar una bronca nuclear con fines inciertos. Además China se alienará con Rusia cuando el pleito sea contra occidente y siempre y cuando no afecte sus intereses.

Ahora bien, dado a que a Rusia no se le gana a golpes (guerra), hay dos opciones; a) Que surga un David y en un pleito convencional le gane a Goliat y b) Que todos le apliquen la ley del hielo mediante bloqueo económico-político.

La primera opción es imposible que surga ahora. El David (Ucrania) no está listo para jugar dicho rol. Su gobierno está en bancarrota, su economía es un desastre al igual que sus políticos, su moral está baja por tanta crisis política y sus habitantes astiados.

Sin embargo, Ucrania puede convertirse en un David en el mediano y largo plazo si está vez concreta exitosamente su segunda revolución y esto implica estabilidad política, gobierno democrático, economía pujante, equipamiento militar. Uno de los ingredientes ya lo tienen; el odio a Rusia por la actual invasión y, muy probable anexión, de Crimea.

¿Se puede ser un David contra Rusia? Por supuesto que sí. Afganistán ya lo fue contra la URSS, claro, guardando las debidas proporciones en tiempo y geopolítica.   

Queda la segunda opción; ley del hielo. Ésta sólo funciona cuando todos, pero todos, la aplican. Lamentablemente no será así pues Alemania, con fuertes lazos económicos, y China, por conveniencia política, ya la descartaron.


¿Qué pasará? Que Rusia será ahora más grande con Crimea cuando sus ciudadanos voten a fin de mes por su independencia y anexión a Rusia. El bravucón se saldrá con la suya, al menos por ahora. 

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