Malas prácticas tecnológicas en México; entre la ilegalidad y la ética

Jaime Villasana Dávila

Artículo Xataka-México, 21 de enero 2015

Hay muchas formas de caer en una ilegalidad tecnológica; desde robarle la señal de WiFi al vecino y hasta descargar música de Internet de sitios no autorizados para ello. Ya no hablemos de comprar bases de datos en el mercado negro.

Foto: NRK Beta
Algunas son más inocentes que otras. Unas son realmente imperdonables, como hackearle la cuenta a tu novio(a) o esposo(a) para monitorear su actividad ¿cuántas y de cuáles has realizado tú?

Seamos honestos, todos hemos cometido o seguimos cometiendo algún tipo de ilegalidad o mala práctica tecnológica ya sea mayor o menor. De hecho quizás algunos no sean del todo “ilegal”, pues ello implica quebrantar una ley y, para el caso de México e incluso de muchos países, la tecnología y su vasto mal uso siguen todavía sin ser en su mayoría tipificados en los códigos penales correspondientes. 

Lo cierto es que los países han venido atendiendo el tema y han creado policías tecnológicas o cibernéticas. El Gobierno Mexicano cuenta con la suya desde hace más de 10 años. Actualmente es la Dirección General de Prevención de Delitos Cibernéticos, adscrita a la Comisión Nacional de Seguridad. Recién en 2013 el Gobierno del Distrito Federal creó la propia y otros estados han venido haciendo esfuerzos similares.

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