Se buscan donadores de futuro


Artículo Localeando, El Diario de Coahuila, 15 de octubre 2004

El actual gobierno estatal ha tenido avances en materia de planeación para el sureste de Coahuila. El “plan 2027” así lo indica, pero aun no puedo visualizar un mecanismo que le de, ya no digamos anclaje institucional sino certidumbre en su cumplimiento e implementación.

La tradición y la experiencia en México nos dice que si una buena iniciativa no se institucionaliza, difícilmente podrá sobrevivir en el tiempo y si lo hace su impacto se ira mermando por la enfermedad de la incontinuidad.

En algunos municipios o regiones que me ha tocado visitar debido a mi trabajo, veo un marcado interés por el futuro de sus comunidades. De alguna u otra forma han iniciado trabajos para no solo preverlo (caso “plan 2027”) sino para garantizar que lo planeado se lleve a cabo.

En algunos de ellos el proceso ha sido iniciado por el gobierno municipal (caso Querétaro). En otros por el gobierno y la sociedad (Veracruz-Boca del Río) y en otros ha sido la misma sociedad con recursos que aportan los empresarios (Ahome 2020). Los tres tienen un común denominador: tienen además de alma un cuerpo. La planeación institucionalizada es fundamental; ayuda a sobrevivir en un mundo cada vez más complejo y con menos recursos naturales.

En una entrevista hecha al Senador Demetrio Sodi de la Tijera (un excelente político) me volví a convencer de todo lo que he venido escribiendo sobre el tema. El Senador declaro que después de cumplir su mandato se dedicará a lo que desde ahora trabaja ya: un centro de estudios que analice, discuta y proponga elementos para el futuro de la Ciudad de México. Su justificación es muy simple; hoy nadie sabe a ciencia cierta hacia donde va la ciudad y como va la ciudad. Lo que existe no es ni remotamente lo suficiente.

Para materializar estos esfuerzos han logrado convencer, él y otras personas, a 25 empresarios de la ciudad quienes aportarán un millón de pesos cada uno. El centro de estudios estará integrado por un pool de académicos, empresarios, sociólogos y de personas provenientes de organismos civiles. Todos conocedores del tema.

Sería ingenuo pensar que la creación de este centro sea la panacea del futuro para la segunda ciudad más grande del mundo, pero sí jugará un muy importante rol y aportará elementos substanciales a la discusión; elementos que hoy no se tienen.

El tema de la planeación es tan significativo que no se puede dejar su diseño y desarrollo a un solo actor (el gobierno) y menos pensar que se puede anclar a una ley que creemos por si sola va a hacer que cumpla su cometido. Es necesario armar a esa planeación con al menos estos elementos: marco jurídico, representatividad social y un órgano deliberante permanente.

El “plan 2027” cumple solamente por el momento con un marco jurídico que incluye una hoja de ruta pero donde los demás elementos son cabos sueltos que solamente son atados en determinados momentos, amén de que la representatividad social presenta cierto déficit y los municipios prácticamente son acatadores.

El tema sobre la planeación del sureste del Estado esta siendo liderado por una secretaria del gobierno estatal que no le corresponde en toda la extensión de la palabra y si le corresponde jurídicamente en su totalidad no es correcto, porque atiende una responsabilidad (hacer obras publicas) o atiende otra (planeación). Medias tintas no es lo adecuado para esto.

Hace unos días leí en una nota del periódico que las autoridades de Nuevo León consideran que la zona metropolitana de Monterrey estará unida con la zona metropolitana de Saltillo ¡en 30 años!. Trato de imaginarme como sería todo ello y realmente aterroriza. Inmediatamente me pregunte ¿Conocerán de estas proyecciones las autoridades estatales y municipales? ¿Las habrán contemplado en el “plan 2027”? y si así fue ¿Se definieron rutas de acción para ello?.
Saltillo y su zona metropolitana seguirán siendo una buena opción como lugar para vivir y eso acarrea no solo migración. La instalación de industrias (como Whirlpool) si bien traen ciertos benefactores, también generan malo factores y todo ello se debe ponderar y analizar. No estoy en contra del crecimiento de las ciudades: simplemente quiero dejar claro que debe analizarse constantemente y a cada minuto ese crecimiento y por el momento esa dedicación el gobierno no lo puede garantizar.

Algunos cimientos para un futuro con certidumbre han sido ya instalados. El mismo “plan 2027” representa uno de ellos. Otro es la buena voluntad que han mostrado el gobierno estatal y los tres alcaldes de la zona para coordinar esfuerzos. La reunión del pasado miércoles entre los alcaldes de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga fue un buen ejemplo, pero no es suficiente porque esas acciones están sentadas en voluntades que no son garantizadas por los futuros alcaldes de dichos municipios.

Ante la realidad aquí planteada urge la creación del IRIP (Instituto Regional de Investigación y Planeación) o como quieran llamarle. Se trata de una institución que además de ser garante de las acciones que hasta el momento se han llevado a cabo, se enfocará única y exclusivamente en ir diseñando el futuro de la región.

La creación de un instituto de estas características puede tomar diferentes modalidades; meramente gubernamental, social-privado o mixto (gobierno-sociedad). Ejemplos como éste hay muchos: Barcelona, Manhattan, Chicago, Querétaro, Ciudad Juárez, León, etc. y pronto en la Ciudad de México. A nivel municipal-metropolitano esta el Instituto Metropolitano de Planeación para el Desarrollo Sustentable de Boca del Río-Veracruz.
La iniciativa de los empresarios de Saltillo sobre la propuesta para crear el Centro de Estudios de Planeación Urbana es sin duda una buena iniciativa, pero hay que tener presente que el futuro no se limita al mero crecimiento urbano. El futuro implica aspectos multidisciplinarios y multidimensionales; educación, valores, cultura, ecología, sustentabilidad, urbanismo.

Si la preocupación de los empresarios y otros sectores de la región por el futuro es profunda, entonces no hay porque esperar a que el gobierno decida tomar cartas en el asunto. Con el transcurso del tiempo podrá incorporarse.

El futuro necesita de donadores y los empresarios de la región bien pueden iniciar el proceso.

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