INAFED: simulación consumada


Jaime Villasana Dávila
Artículo Localeando, 4 de septiembre de 2005

En semanas anteriores comenté en esta columna lo que acontecía en el Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal (INAFED) respecto al nombramiento de su nueva directora general Gloria Muñoz de Sheridan, cuyo puesto anterior era coordinadora de vinculación municipal de la secretaria particular de la Presidencia de la Republica.

Indiqué que su nombramiento directo por parte del Secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, muy probablemente contradecía las disposiciones que señalaba la Ley del Servicio Profesional de Carrera (SPC) en el Gobierno federal, específicamente el artículo 5 que establece que los puestos sujetos al SPC son los niveles siguientes: Director General, Director General Adjunto, Director de Área, Subdirector de Área, Jefe de Departamento y Enlace.

Pues bien, recientemente la Secretaría de Gobernación consumó su simulación y para poder “darle la vuelta” a esta disposición del SPC modificó un artículo de su reglamento interno al indicar que el titular del INAFED tendrá ahora un cargo de Coordinador General (ya no un director general) lo cual les permite que sea nombrado directamente por el Secretario de esa dependencia, es decir por Carlos Abascal.

El anterior movimiento no es más que la confirmación, primero, de una violación de una ley federal al nombrar públicamente a un director general sin que antes no haya existido una atribución para hacerlo. Es decir nombraron públicamente a un director general (lo anunciaron varios medios de comunicación e incluso hay un boletín de prensa de la misma Segob) y luego publicaron la modificación a un reglamento interno con la finalidad de evadir la aplicación de la ley del SPC.

Segundo; el gobierno federal lleva a cabo una simulación respecto a la promoción y aplicación del SPC y deja en una difícil posición a la Secretaría de la Función Pública (SFP), responsable de implementarlo dentro del gobierno federal (artículo 2 de la Ley del SPC). El hecho representa sin duda una buena prueba para ésta secretaría y ya veremos que papel juega en este proceso que apenas inicia.

El Centro Nacional para el Desarrollo Municipal (CEDEMUN), después transformado en el INAFED allá por 2002, fue creado a raíz de las reformas al artículo 115 de la Constitución federal realizadas en la década de los ochentas. Su objetivo inicial era el fortalecimiento institucional de los municipios mexicanos.

A partir del 2000, y bajo batuta del nuevo gobierno federal, se convirtió en uno de los principales promotores del federalismo y del SPC. Para apuntalar este último tema organizaba importantes foros siendo el más conocido el Foro de Profesionalización de los Funcionarios Públicos. A estos espacios de discusión y análisis acudían funcionarios públicos (federales, estatales y municipales) así como también académicos, investigadores, representantes de organismos civiles y agencias internacionales. Yo mismo asistí a un par de ellos.

A tres años de su transformación, después de construir numerosas expectativas y ser un protagonista en donde participaba (también organizó importantes eventos a nivel internacional como la RIAD, una especie de foro internacional para la descentralización y el federalismo), el INAFED fue incapaz de apuntalar el federalismo en el país y ahora queda totalmente desacreditado respecto al SPC.

Sus dos primeros directores bajo el nuevo gobierno (Carlos Gadsden y posteriormente Felipe de Jesús Cantú) mal gastaron el capital institucional del INAFED. Hoy con el nombramiento de su “coordinadora general” la situación lo hace francamente insostenible.

El INAFED no es más que un órgano público enfermo en estado agónico donde algunos gremios, como las asociaciones de municipios, desean su eliminación al proponer la creación de uno nuevo. El gobierno federal no tiene más un discurso que ofrecer ante los gobiernos estatales y federales y lo que diga en este y otros temas estará cargado de demagogia y retórica pura.

Ante estos hechos me pregunto ¿Con qué cara ahora el INAFED, y el gobierno federal en su conjunto, promoverán el SPC ante los gobiernos estatales y municipales? ¿Qué acciones tomará la SFP, responsable de la implementación del SPC? ¿Omitirá la SFP hacer al menos señalamientos públicos respecto de este caso o simplemente será cómplice de esta simulación? ¿Qué harán todos aquellos que invirtieron dinero, tiempo y esfuerzo para hacer del SPC un ancla de la profesionalización de los servidores públicos mexicanos?

El caso puede llevar a importantes acciones de denuncia por parte de gobiernos federales y municipales y otros organismos civiles y académicos si es que deciden señalar el punto. Es más, varios gobiernos extranjeros pudieran hacer una queja diplomática ya que a través de sus agencias de cooperación internacional aportaron dinero para que el SPC fuera implementado en México. Dos de estos gobiernos fueron los Estados Unidos y Francia, cuyos logotipos de sus agencias aparecían en muchos de los eventos realizados por el INAFED, principalmente en aquellos que tenían relación con el SPC.

En lo personal me tiene muy indignado lo que acontece en el INAFED y ahora este hecho representa una vez más el doble discurso del gobierno federal en muchas áreas. Los panistas, los que están en la SEGOB y muchos otros más, resultaron ser igual que muchos del PRI al considerar que el gobierno les pertenece porque actualmente lo dirigen.

Y lo que es más grave; este hecho sienta ahora un precedente más para el gobierno que nacerá en 2006 y coloca nuevamente los elementos necesarios para que la discrecionalidad se apodere del nombramiento de algunos titulares de dependencias que estaban protegidos por la ley del SPC. Finalmente, imagino el ambiente laboral en esa dependencia que de por sí ya venía siendo de pesadumbre debido a la actuación que ha estado viviendo en sus últimos años.

El INAFED pudo y no quiso ser un actor importante dentro del proceso del federalismo mexicano y dentro del proceso de implementación del SPC. Con el ejemplo pudo predicar y no lo hizo, al contrario ahora les dio armas a aquellos funcionarios estatales y municipales para hacer del por sí cuestionado servicio profesional de carrera una herramienta vulnerable,  limitada y reforzada de simulación. ¡Vaya cambio!.

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