Partidos locales 1


Artículo Localeando, El Diario de Coahuila, 29 de enero 2007

Existe una contundente realidad en nuestro sistema político; los tres grandes partidos nacionales (PAN, PRI y PRD) están en crisis. Sobran los casos y las razones a citar. El primero (PAN) siendo presa por ostentar el poder mismo, además de ser en extremo centralista. Guerrero, Aguascalientes, Yucatán, Estado de México, Coahuila y estados del sur, son muestra de una tempestad interna que apunta a incrementarse por el pleito Calderón-Espino. El PRI esta al revés; fuerte presencia local pero desorientación nacional, lo que ocasiona la inexistencia de una fuerza cohesionadora y una desubicación ideológica. Esto hace pensar sobre una potencial desbandada de PRI’s estatales para conformarse en una red de partidos independientes, tal como sucedió en sus orígenes.

El PRD con una mezcla de vicios de los dos partidos citados; Estados con nula presencia, dirigencias locales dividas en “tribus” y una dirigencia nacional secuestrada por un grupo radical que ha ennegrecido un panorama que pintaba para ser brillante. Y encima de dichas crisis partidistas un país con enormes retos, pero también con gigantescas oportunidades. Para decirlo coloquialmente; un gran barco con unos capitanes enanos. Y los grandes barcos también se hunden (Titanic, 1912). 

Estamos pues en un escenario de “Partidos bien partidos”, como lo escribió en un artículo reciente el reconocido historiador coahuilense Javier Villarreal Lozano (Palabra, 220107). En ese mismo artículo, el profesor Villarreal afirmó que en esta realidad política “hasta ahora no existen otros esquemas de operación”, sin embargo, yo no estaría muy de acuerdo con esa aseveración dado que si los hay pero no hemos hecho uso de ellos debido, entre otras cosas, a nuestra mentalidad centralista.

Uno de estos esquemas son los Partidos locales, esos grupos políticos regionales ninguneados por los partidos nacionales y desatendidos por los electores, porque ciertamente carecen de buenas ofertas y/o programas políticos competitivos. Ante esto los líderes sociales ni siquiera los consideran como último refugio político. Son pues casi unos parias, unos huérfanos de nuestro sistema de partidos.

Pero no olvidemos que el PRI tuvo sus orígenes en los partidos locales a finales de los 20’s. Fue su fortaleza regional y unión política la que, para bien o para mal, dieron estabilidad a nuestro país, tal como lo han hecho en otros, destacando España. No se podría entender la historia política moderna de los españoles sin partidos como Convergencia y Unión (Cataluña) o el Partido Nacionalista Vasco (País Vasco), quienes en los momentos claves después del Pacto de la Moncloa, contribuyeron enormemente a la transición política.

Los partidos autonómicos (locales) españoles siguen enriqueciendo la vida política porque favorecen la competencia partidista y obliga a los partidos nacionales (PSOE y Partido Popular) a extraer lo mejor de sí para derrotarlos o bien para aliarse y formar gobiernos. En España, 14 de las 17 autonomías poseen partidos locales y  tres de las cuatro autonomías con mejor nivel de vida son gobernadas por partidos locales. Me refiero nuevamente al País Vasco, Cataluña y Navarra (con el partido Unión del Pueblo Navarro). En estas autonomías, las únicas en España además de la Comunidad de Madrid, el PIB per cápita es superior a la media europea, situada en 31 mil 800 dólares anuales, aproximadamente.

Al igual que en España, en Canadá los partidos locales también han hecho su aportación política, destacando el Partido Québécois (Québec) y el Partido Saskatchewan (Saskatchewan). ¿Y en EUA? Bueno, aquí el asunto es distinto porque a nivel local la política es personalizada (meritocracia) y no tanto partidista, lo que ayuda a atender más lo ciudadano y no tanto los intereses partidistas.

Regresemos a México, en donde no podemos afirmar que no hayan existido partidos locales. Ahora mismo 12 de 32 entidades poseen este tipo de partidos y aquí la lista: Baja California con dos (Partido Estatal de Baja California y Partido Encuentro Social); Baja California Sur (Partido Movimiento de Renovación Política); Coahuila con dos (Unidad Democrática Coahuilense y Partido Cardenista Coahuilense); Colima (Asociación por la Democracia Colimense); Durango (Partido Duranguense); Guerrero (Partido Alianza por Guerrero); Nayarit (Partido de la Revolución Socialista); Oaxaca (Partido Unidad Popular); San Luis Potosí (Partido Conciencia Popular); Tlaxcala (Partido del Centro Democrático de Tlaxcala); Veracruz (Partido Revolucionario Veracruzano); Yucatán (Partido Alianza por Yucatán).

De la lista anterior me llama la atención el hecho de que un Estado que siempre lidera las pujas federalistas como Nuevo León no posea actualmente un partido local. Un fenómeno digno de estudio. El último (¿Y el único?) fue el Partido Republicano, el cuál compitió en las elecciones del año pasado, obteniendo apenas el 0.5% de los votos y por lo tanto perdiendo el registro.

Por otra parte, existen pocos Estados con partidos locales con actividad desde antes del 2000 como Coahuila, Guerrero, Nayarit y San Luis Potosí. Otros estados donde hubo tradición de partidos locales, como Morelos (Partido Civilista Morelense) o Zacatecas (Frente Democrático de Zacatecas), hoy no cuentan con uno.

Algo también para estudiarse es que nunca, desde el nacimiento del PRI (1929), un partido local ha ganado una gubernatura. Sí diputaciones locales y
muchas más regidurías (principalmente de representación proporcional) y una que otra alcaldía. Pero nada más. Tampoco han figurado en el debate político nacional con propuestas controversiales como el separatismo o algo similar.

El escenario histórico y actual para los partidos locales ha sido muy oscuro en un país que se dice ser federal. Pero ¿A qué se debe? ¿Porqué los políticos que abandonan un partido nacional buscan refugio en otro del mismo tipo cuando sufren de los mismos vicios? ¿Hay futuro para los partidos locales? ¿Los necesitamos?

Estas son preguntas que espero responder en la próxima entrega.

Glosa: Cuatro regidoras panistas, de los siete que existen en el Cabildo de Saltillo, fueron expulsadas supuestamente por no cubrir sus cuotas al partido ¿Irán a parar a las filas de un partido político nacional, un partido local (no lo creo), serán independientes o comenzarán a hacer labor para formar uno local?.

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