HMV; el estadista que pudo ser y no quiso

Artículo Localeando, 6 de Enero de 2011 
Jaime Villasana Dávila 

El inicio sexenal pintaba muy prometedor. Su férrea defensa del federalismo parecía ser genuina. Se auguraba el principio de un cambio al mediocre sistema federal mexicano. Sus “propuestas” de replantear el pacto federal, la coordinación fiscal y de modificar el rol de los Senadores se quedó, al final, en meras palabras. Fue oportunismo político.

HMV pudo reformar estructuralmente el sistema judicial local pero prefirió retrasarlo. Ya no hablemos de la reforma política. La consolidación de vínculos con NL, Tamps. y Texas quedó abandonada. Se promovió la decadencia institucional del ICAI, del IEPCC y del CDHEC, pues fueron partidizados.

La planeación en el estado no se institucionalizó cuando pudieron consolidarse los Consejos de Planeación Estratégica Regionales o transformarse en institutos de planeación regional. El futuro de Coahuila sigue basándose en el caudillismo.

A diferencia de otros estados el transporte alternativo y generación de energías limpias tampoco estuvo en la agenda gubernamental. Un ejemplo; Coahuila no cuenta con un solo metro de ciclovías en calles.

El servicio civil de carrera tanto en el estado como en municipios (mayores a 50 mil habs.) sigue siendo ley muerta. Cada 3 o 4 años para cientos de buenos funcionarios y empleados públicos el porvenir es incierto. Por eso el servilismo sigue siendo lo común.

La identidad coahuilense, si bien hoy se refleja más en los muchos museos construidos, los mismos no conjuntan el orgullo por nuestra matria, como bien pudo haberlo hecho la creación de una bandera para Coahuila, un complemento lógico a nuestro himno.

En democracia también hay notas pendientes. Coahuila está reprobado en el Índice de Desarrollo Democrático 2010 al obtener 5.8 puntos sobre 10. En educación, dónde se suponía iban a haber grandes avances, estamos en lugares intermedios, según la prueba PISA 2009.

Hay logros ciertamente. El programa de obras fue impresionante. Ejecutó programas sociales efectivos. Acercó el gobierno a la gente. La creación del SATEC también fue un acierto. Hay otros más (desarrollo económico, empleos, etc.) pero no son suficientes para una sociedad en construcción y menos cuando se posee tanto poder para realizar cambios profundos.

Al igual que el ex gobernador Oscar Flores Tapia, será recordado muchos años por sus obras pero no olvidemos que a estas paulatinamente se las lleva el tiempo o se hacen otras más grandes y/o mejores. HMV fue un buen gobernador, pero no mejoró a Coahuila por dentro (lo estructural, sus bases) que es lo que además hacen los estadistas. Simplemente no quiso serlo.

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