Localeando, El Diario de Coahuila, 8 de enero 2003
Resumen
de la 1ª. y 2ª. parte:
En la 1ª. parte de este semi-ensayo platicamos un poco del origen de la
hacienda municipal, cuando el constituyente de 1917 plasmó en el 115 constitucional
lo relativo a los dineros locales. Se analizó brevemente las modificaciones a
dicho artículo y que fueron realizadas en 1983 y en 1999. En la 2ª. parte
analizamos el sentir de los que viven día con día (los gobiernos locales) el
reto de hacer funcionar de una manera eficiente y funcional a la hacienda
municipal. En esta 3ª. y última parte
hablaremos sobre oportunidades de mejora y las perspectivas hacendarias en los
municipios.
Según
datos del INDETEC en 1995 el grado de
autonomía financiera municipal fue de 38.89%, para 1998 este había disminuido a
32.03% y para el 2001, según datos de AMMAC, esta se ubicaba en 38%, casi un
punto porcentual abajo que en 1998, lo que preocupa dado de que no se ven visos
de que se salga de este estancamiento. Lo anterior hace que los municipios
continúen siendo dependientes de los ingresos externos, estando sujetos a
sufrir las variaciones presupuestales causadas por factores que no están en sus
manos y que por lo tanto poco pueden hacer. Pero por otra parte sería un grave
error si el gobierno local se escuda en este argumento y no hace algo por
mejorar lo que le compete.
Para paliar lo anterior, han
habido algunos esfuerzos municipales por captar más recursos propios, imperando
algunos casos ejemplares en cuanto a la creatividad por aumentar la recaudación
en algunos gobiernos locales. Rifas de autos entre los contribuyentes
cumplidos, publicación en periódicos locales de los contribuyentes no
cumplidos, premiación a la cuenta de predial al corriente que coincida con los
números finales de algún sorteo de lotería, entre otros, representan acciones
que en algunos casos generan buenos resultados y por lo tanto son dignos de
difundirse entre los municipios del país y en otros cuyas experiencias no son
gratificantes y que por lo tanto también deben difundirse para evitar que sean
implementados por otros gobiernos locales.
Una área quizás importante de cobro a mejorar lo representa el cobro de multas de tránsito,
que si bien no simboliza un alto porcentaje en los ingresos totales, su
eficiencia en la recaudación pudiera contagiar a otros rubros que andan
bajos en eficiencia. Un ejemplo; el municipio de Guasave, Sin. publica el rubro
antes mencionado (ver www.guasave.gob.mx) , que por cierto, según los datos
publicados, habla bien de las autoridades locales en el sentido de la
eficiencia en dicho cobro, además que contribuye a la transparencia de los
ingresos municipales. Faltaría por ver la transparencia en los egresos, pero
eso es harina de otro costal.
La problemática anterior en la hacienda municipal (poca
autonomía financiera y baja eficiencia en el cobro de impuestos locales), exige
acciones especiales como: a) Integrar una comisión especial entre las
asociaciones municipales donde se estudie y se propongan soluciones a dicho
rezago. b) Construir un sistema de indicadores que integre y mida cada etapa
del proceso del cobro de impuestos locales y que este sea aplicado entre los
municipios (la competencia abierta genera motivación por mejorar). c) Si bien
un criterio para distribuir los recursos fiscales a los municipios es el
relacionado con la eficiencia en el cobro del predial, este a demostrado que
como esta planeado no ha funcionado y que no motiva a la mayoría de los
municipios por hacer esfuerzos adicionales, por lo tanto es necesario diseñar
programas interinstitucionales entre instancias estatales, federales y las
Asociaciones Municipales, donde se definan acciones administrativas y
operativas que al final premien la eficiencia y la alta recaudación. e) Reactivar
y/o reforzar a las Juntas de Catastro Municipal, donde representantes de las
autoridades municipales, organismos empresariales, académicos y sociales,
discutan políticas a seguir para enfrentar este problema.
Otra área de la hacienda municipal que han desarrollado
los municipios mas avanzados, financieramente hablando, lo constituye la
exploración de nuevos esquemas de financiamiento para la realización de obra
pública. Nos referimos a la contratación de deuda. Estos esfuerzos, adicionales
a los realizados por obtener más recursos federales y estatales y por
eficientar la recaudación de los ingresos propios, constituyen esbozos
interesantes que hacen que la hacienda municipal se fortalezca al obtener
empréstitos a tasas más competitivas que las de la banca y que evitan que se
incrementen los costos financieros. Los municipios de Aguascalientes, Ags y San
Pedro Garza García, N.L., han entrado a la esfera de la emisión de bonos,
obteniendo con ello grandes ventajas económicas.
Una área más de oportunidad para fortalecer la hacienda
pública local es lo referente a los procesos para la elaboración de los
presupuestos. Hoy en día los presupuestos de un municipio no contienen una
verdadera planeación financiera, no hay estadística histórica (y si la hay no es
confiable), no es un proceso que involucre a todas las áreas de la
administración municipal (es elaborado principalmente por el Alcalde y por el
Tesorero), no hay transparencia en su elaboración y no es compartido con la
sociedad para que exprese sus puntos de vista sobre el mismo, entre muchos
otros vicios. He aquí otro aspecto a mejorar.
Concluiremos
diciendo que los municipios no están en una mejor posición que los órdenes de
gobierno Federal y Estatal. Su ineficiencia en la recaudación de impuestos locales
hace dudar, a los demás órdenes de gobierno, de que puedan manejar
adecuadamente nuevas funciones y facultades fiscales y administrativas. Su
fortalecimiento institucional en todas sus áreas es un reto de corto, mediano y
largo plazo. Termino con la pregunta: ¿Y la hacienda pública en tu municipio
como se encuentra?.
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