Artículo Localeando
Diario de Coahuila, 19 de Junio de 2003
El pasado 12 de junio se presentó una propuesta sobre el
desarrollo que se preveé para la región sureste del Estado al año 2027. Esta
propuesta, presentada por los arquitectos de la Secretaría de Obras Publicas
del Estado: José de Jesús Alvarado, José Luis Chávez, Ramiro Dávila y Héctor
Laredo, merecen sin duda la atención de todos, porque se trata ni más ni menos
de cómo estará el lugar donde viven nuestros padres, hermanos, parientes, amigos,
hijos y paisanos en 24 años.
Yo no se ustedes pero yo deseo tener una ciudad con un
armónico desarrollo urbano, con vialidades rápidas y seguras, con desarrollos
comerciales exitosos, con desarrollos industriales amigables con la naturaleza,
con índices de seguridad pública adecuados, con agua potable suficiente, con
una densidad de población apta para la zona sureste, en fin, con todas esas
características necesarias para que todos tengamos una buena calidad de vida.
De entrada es una propuesta seria , según me comentan,
con datos y hechos concretos, con respuesta
(creo yo) a las necesidades de la zona, realizada al parecer por gente
que le sabe (compañía CEURA, ojalá se diera más información de ella para quitarme
el fantasma de sospecha), en suma con una visión integral de desarrollo urbano.
Se que lo presentado es una propuesta y que será
“consultada” con los diversos sectores de la sociedad, pero (aquí viene el
prietito en el arroz), a este ejercicio le falta un anclaje institucional
plural que le de garantía de sobrevivencia a largo plazo (más allá del 2006) y
que sume las visiones de todos los sectores desde su concepción misma y no solo
la visión de una compañía experta, pero alejada de la realidad, aspecto que por
cierto da un “feeling” especial.
Atendiendo lo anterior, por una parte su actual anclaje
se encuentra solo en el Poder Ejecutivo del Estado (que como todo gobierno va
de paso) y por la otra es que como bien
lo señala Javier Peña, reconocido saltillense, “lo importante es que aunque haya
cambio de administración municipal y estatal, las propuestas no cambien, porque
esto representa una inversión importante que no debe quedar guardada”. En otras
palabras Don Javier solicita que esta propuesta sobreviva, solicitud a la que
me sumo.
Con la creación de un instituto regional de investigación
y planeación de la zona sureste de Coahuila al menos los dos anteriores
obstáculos se ven saldados. Obviamente este instituto debe de contar con
independencia jurídica, administrativa, decisoria y financiera y además con una
buena representación de los diversos sectores de la sociedad, de los gobiernos
municipales (Saltillo, Arteaga, Ramos Arizpe y General Cepeda) y de los
gobiernos estatal y federal. Tal como los casos de Ciudad Juárez, León, Tijuana,
Pachuca, entre otros, y que ya los hemos analizados en artículos anteriores.
Tampoco esperemos que un instituto de estas
características nos de la solución a todos los problemas, pero si representa
una verdadera herramienta que se encargará de recopilar todas esas visiones de
todos los sectores (gubernamental y social), para después procesarlas y generar
soluciones reales y alcanzables y al final ser depositador de toda la memoria
social en materia de planeación. Pero también será depositador de algo que nos
cuesta mucho otorgarle a un gobierno: confianza.
Para conformar este instituto hay gente muy valiosa,
capaz y con experiencia. De entrada están estos funcionarios estatales que
están dirigiendo este proyecto de planeación. También en los gobiernos municipales
de la región debe haber gente con las características antes mencionadas. No se
diga en las universidades y otros sectores sociales y privados. Eso si, una
característica deberán tener quienes conformen la estructura organizacional de
dicho instituto (no me refiero al Consejo, que es diferente) y esta es que
deberán no haber militado en ningún partido político ni tener marcadas
preferencias electorales hacia alguno de ellos. Recuerden que lo que se
requiere de entrada es generar confianza.
En los países de “primer mundo” las diferentes funciones
que debe desarrollar una sociedad (entiéndase sociedad como un todo donde están
incluidos los gobiernos) la visión a largo plazo de una comunidad o región es
definida por los habitantes, la misión es desarrollada por los gobiernos
regionales y locales y la planeación, dada su importancia, se deja a cargo de
instituciones públicas serias, expertas,
especializadas, imparciales, ajenas a todo interés político, plurales y de
larga vida. Estos países saben de la importancia del futuro y de los retos que
este plantea ya que se trata de una asunto de sobrevivencia social.
Los problemas que enfrenta la región sureste son muy
complicados en materia de agua potable y de migración, así como en vialidades y
rellenos sanitarios regionales, entre otros. Es necesario entonces sentarse ya
a la mesa y arrastrar el lápiz en materia de planeación. Sería muy frustrante
estar hablando de otro estudio de planeación allá por el 2007, cuando otros
gobiernos estén sentados en las sillas del poder. Para entonces habremos
perdido quizás cuatro años muy valiosos, años que ya no regresarán.
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