Localeando, El Diario de Coahuila, 10 de octubre 2003
De ninguna manera queda garantizada al 100%
la transparencia en las instituciones públicas en Coahuila a raíz de la
reciente aprobación de la Ley de Acceso a la Información Pública. Y no es que sea
aguafiestas, simplemente hay que ver experiencias internacionales (y muy pronto
las nacionales) para afirmar lo anterior. Hay que mantener presentes que una
rendición de cuentas sin transparencia (es decir que existan simulaciones) o un
derecho civil por la transparencia que no es ejercido por el mismo ciudadano
puede regresarnos al punto de partida; la opacidad histórica gubernamental en
México.
Aún en los países que cuentan ya con este
tipo de leyes desde hace décadas, la transparencia sigue enfrentando obstáculos
legales y éticos. Jaques Chirac, actual Presidente de Francia, ha sido y sigue
siendo acusado por sus opositores de haber realizado manejos turbios cuando
fungió como Alcalde de Paris. El asunto aún sigue en disputa. Estados Unidos,
Canadá, Alemania (con los escándalos de Helmut Kohl), entre otros, enfrentan de
vez en cuando escándalos de corrupción, lo que nos lleva a comprobar que una
Ley de Transparencia por sí sola no es un acicate directo para los funcionarios
gubernamentales.
Las complejidades presentes en los túneles
operacionales de los gobiernos son tan grandes que siempre habrá pasadizos
secretos para llevar a cabo acciones ilícitas. ¿Entonces para que una Ley de
Transparencia? Sin duda que esta nueva disposición legal es de vital importancia
para generar y garantizar jurídicamente hasta cierto nivel una mayor apertura
gubernamental, pero es solo el punto de partida, y nunca la meta final. En
otras palabras, el reto apenas comienza.
Romper las inercias de cerrazón de los
funcionarios y empleados públicos no es fácil. Por más voluntad que exista en
los mandos superiores, esto no significa que automáticamente se traduzca en una
voluntad generalizada para el resto de los empleados. ¿En cuántas ocasiones no
hemos escuchado de Presidentes, Gobernadores y Alcaldes decir que ahora sí
habrá total transparencia y la corrupción tenderá a disminuir cuando todo sigue
igual? Muchísimas veces, entonces ¿Con una Ley de Transparencia queda todo
garantizado? No y los ejemplos ya fueron dados. Así pues la capacitación y
sensibilización a empleados y funcionarios sobre la importancia de la
transparencia para el gobierno y la sociedad, la impartición de cursos de ética
y la predicación con el ejemplo son elementos a poner en marcha de manera
inmediata.
Por otra parte, el nombramiento de los
Consejeros del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información es el siguiente
reto para el Congreso. Seleccionar a personas con probada honestidad, 100%
apartidistas y libres de compromisos oscuros, será una cuestión que
desafortunadamente quedará a interpretaciones y discrecionalidades de las
distintas fracciones parlamentarias (ya me estoy imaginando esos debates por
imponer a tal o cual personaje como consejero). Lo destacable en el proceso de
nombramientos será que la selección de los Consejeros provendrá de una
convocatoria pública donde cualquier coahuilense que cumpla con los requisitos
establecidos podrá alzar la mano y decir “yo quiero”. Este es un buen punto de
partida, habrá que mantener el mismo tono.
El siguiente reto es otorgarle, al Instituto
antes mencionado, verdaderas atribuciones para que castigue con fuerza y de
manera ejemplar a aquellos funcionarios y empleados gubernamentales (trátese de
quién se trate) que vayan en contra del espíritu de la nueva ley, es decir
sancionar enérgicamente aquellos que bloqueen y/o manipulen información pública
(aunque ya existe la nueva ley de Archivos Públicos). Estas atribuciones hacen
que los organismos europeos y estadounidenses en la materia sean realmente temidos
y respetados por todos, amén de que poseen una gran confianza debido a sus
resoluciones.
Otro reto será que el ciudadano ejerza este
nuevo derecho que recién adquirió. De nada servirá que se tenga acceso a la
información pública cuando ésta no se utiliza para la toma de decisiones
ciudadanas. Si los empleados y funcionarios públicos perciben que a la sociedad
no le interesa mucho este derecho, entonces será una invitación para que se
cometan actos indebidos. Con la información que genera el gobierno podemos
tomar decisiones electorales, mercantiles, familiares, académicas, educativas, etcétera, amén de que
los medios de información pueden realizar una mejor cobertura periodística de
investigación y análisis. En este sentido, una campaña de sensibilización a los
coahuilenses ayudaría muchísimo a motivar el uso de este derecho.
Existen otros retos, pero sin duda se ha
dado un gran paso con la aprobación de estas tres leyes relacionadas con la
información pública. La Ley de Archivos Públicos, es hasta donde tengo
conocimiento, la única en su tipo, por lo tanto Coahuila sigue abriendo brecha
con reformas innovadoras (como la de ampliación del período de gobierno
municipal a cuatro años) en el espectro legal nacional.
Se requiere continuar con el esfuerzo de
reforma del Estado en Coahuila que hasta el momento se ha llevado a cabo. La
reforma electoral municipal, es desde mi punto de vista, el siguiente paso que
se requiere dar para fortalecer la institución municipal mediante la elección
de Regidores por distrito. De lograrlo seriamos el primer Estado del país en
tener características electorales municipales de este tipo, y sin duda, más
Entidades seguirían el ejemplo dadas sus bondades.
Debemos congratularnos todos los
Coahuilenses, tanto los que viven en su territorio como los que estamos
temporalmente fuera de él, por este gran logro. Enhorabuena.
Pd: Quiero hacer un reconocimiento público a
la Doctora que se encuentra a miles de kilómetros de México. Gracias por esos
hermosos días de la semana pasada. ¡Ah! y saludos a mis padres que siempre me
reprenden porque no les llamo con frecuencia.
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