Localeando, El Diario de Coahuila, 26 de septiembre 2004
“Nunca dudes que un grupo de ciudadanos
conscientes y comprometidos puede cambiar el mundo...en realidad, es lo único
que lo ha logrado” Margaret Mead
Se ha
hecho costumbre el que la sociedad incrementa su participación en los asuntos
públicos cuando es quizás ya demasiado tarde para poder reducir deterioros. El
problema es que cuando los momentos de tensión arriban, la sociedad disminuye
enormemente su habilidad de comprensión y tolerancia, reclamando resultados
inmediatos que no precisamente son los mejores para enfrentar el problema
correspondiente.
Ante
estos hechos que se dan en momentos de coyuntura, el gobierno tiende a aumentar
su capacidad de interlocución, pero ésta es reactiva y no pro-activa, lo que
genera soluciones de corto plazo. La frase intra-gubernamental de “la sociedad
quiere resultados ya y hay que dárselos” puede convertirse en condena más que
en salvación.
Algunos
señalan que el seguimiento a los problemas colectivos en México es un defecto
basado en el inadecuado diseño institucional de las instancias gubernamentales
(no reelección inmediata, marco jurídico débil, períodos cortos de gobierno,
ausencia de servicio civil) y que por lo tanto no pueden ser del todo atendidos
y posteriormente eliminados en un lapso breve de tiempo.
Hoy las
cosas han cambiado. Las salidas a los problemas generados por momentos
difíciles si bien requieren una buena dosis de política, también es cierto que
requieren de una buena dosis de administración, orden y comunicación no solo
del gobierno, sino también por parte de la sociedad. Aquí está el punto de
quiebre.
Por una
parte el reforzamiento de la institucionalidad es la principal acción que debe
emprenderse por parte de las autoridades para que los acuerdos alcanzados
puedan generar satisfactores y soluciones. Por la otra, la sociedad ya no puede
plantarse frente al gobierno para únicamente exigir “resultados” (aunque eso
sería lo ideal).
Como en
todo la evolución también ha llegado a la participación ciudadana. El
seguimiento y la continuidad a los problemas no solo corresponde a las
autoridades (que muchas de ellas van de paso) llevarlos a cabo. La sociedad
tiene una fundamental tarea para arribar a la solución del problema correspondiente
debido a la incapacidad del gobierno. Pero insisto, se llegará siempre y cuando
esté bien organizada y con objetivos claros.
Para
ilustrar lo anterior podemos citar múltiples ejemplos de una participación
exitosa que ha atendido momentos apremiantes y específicos, ya sea de la
historia nacional o local. Un buen caso lo representó Alianza Cívica a
principios de los noventas; atendió y atiende el aspecto electoral, que en
aquellos momentos significaba un clamor común entre la sociedad mexicana (todos
queríamos elecciones confiables).
Otro
ejemplo de carácter nacional lo representan los diversos “centros” que atienden
los derechos humanos (Miguel Agustín Pro, por ejemplo). En el ámbito local, y
más recientemente, tenemos a la agrupación civil Ciudadanos por una Mejor
Administración Pública (CIMAP), misma que atiende un problema específico que es
una constante en todos los municipios del país: el perfil y la
profesionalización de quienes administran los recursos de la ciudad.
Ciudad
Juárez vivió uno de sus momentos de coyuntura (hoy en día tiene uno muy grave:
los asesinatos de mujeres) hace dos años cuando la ciudad en pocos meses
enfrentó tres procesos electorales locales, generando con ello desajustes entre
las funciones y operaciones del gobierno local ¿La causa? El cambio constante
del personal ejecutivo y directivo y el lejano perfil de estos para con sus
funciones.
Ante
esta realidad, un grupo de ciudadanos, a través de la participación directa,
decidió poner manos a la obra para diseñar un mecanismo de solución (selección
por perfiles de los principales cargos administrativos dentro del gobierno
municipal) que ayudara a solucionar un problema en específico.
El
mensaje aquí es que el grupo civil no se plantó ante su gobierno para exigirle
un “ya basta” al problema sino que frente a él le dijo como se debería
solucionar el mismo, por lo que el gobierno no pudo hacerse a ningún lado.
El
CIMAP tuvo sus resultados para aquellos momentos difíciles, pero lo mejor es
que sigue vivo y en las pasadas elecciones se pudo comprobar. A partir de
ahora, el gobierno local sabe que en este sentido hay una participación
ciudadana viva y organizada que esta atenta al tema de los nombramientos y a
las remociones de los funcionarios públicos de primer nivel. Es decir, ya no
tiene un cheque en blanco.
Si en
Ciudad Juárez, ante el momento de coyuntura que vivieron con motivo de las
múltiples elecciones, hubieran afrontado el problema del bajo perfil de los directores del gobierno municipal con
marchas y plantones o bien simplemente dejando de pagar impuestos, el problema
simplemente hubiera permanecido igual.
En resumen:
estas organizaciones civiles (Alianza Cívica, Centros de Derechos Humanos,
CIMAP) han tenido grandes logros en sus ámbitos de acción ¿La razón? La focalización
de sus esfuerzos, su organización y la forma de plantear la solución a los
problemas.
Bajo el
entendido de que el gobierno no lo puede hacer todo, la participación ciudadana
es fundamental en cualquier país para alcanzar las metas colectivas. Pero
debemos comprender que tanto más organizada, específica e institucionalizada
sea esa participación, mayor será la contribución que le hagamos a las
generaciones futuras.
Los
movimientos de participación se siguen dando en las regiones del país y algunas
de ellas involucran una mancuerna gobierno-sociedad. ¿Se puede lograr lo
anterior bajo una nueva relación y bajo nuevas reglas donde ambos actores se
conducen a la par y no de manera supeditada? Por supuesto que sí y Sinaloa es
un claro ejemplo de ello.
En aquel
Estado el Consejo para el Desarrollo de Sinaloa (CODESIN www.codesin.org.mx) y
quién comienza a jugar un rol importante, es un ejemplo de lo anterior. Hoy
incluso es generador de otros movimientos netamente civiles como lo es el
Movimiento Ciudadano por una Mejor Administración Municipal (MOCIAM), pero de
ello hablaremos la próxima semana.
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