Artículo Localeando, El Diario de Coahuila, 9 de septiembre 2004
Para
Aída Burciaga,
que te mejores amiga.
En esta
ocasión me alejare un poco de la línea tradicional que regularmente abordo o
trato de abordar. Y es que aunque escribamos sobre un tema o varios temas en
particular, no significa que no tengamos sentimientos, pensamientos y
reflexiones diferentes a lo que escribimos ¡También tenemos vida personal!
Además hoy en
día, cuando los noticieros nos bombardean con problemas nacionales, hay pleitos
políticos por doquier, la gasolina sigue aumentando, el trabajo no cesa de
incrementarse, entre otros muchos factores que tensan el existir, pues como que
cambiarle de vez en cuando no esta de más. Así que sobre-aviso no hay engaño y
a los que siguen leyendo pues, ya harán sus propias conclusiones sobre el tema
que hoy abordaré: la soltería.
Durante estos
mis primeros treinta años de mi vida, y que ha estado caracterizada por la
soltería, he podido confirmar y reafirmar que lo que a uno rodea son muchas
cosas y hechos con apariencia y significado muy distintos; son tangibles o
intangibles; concretas o abstractas; físicas o morales; reales o imaginarias;
poder o indiferencia; reconocimiento o privacidad; política o anti-política.
Pero también
he podido comprender (creo yo) que la importancia de cada una de ellas va en
diferente grado y que no por ser menos importantes dejan de ser necesarias en
la vida. Cuando se permanece soltero hasta esta edad, algunas cosas cambian de orden jerárquico en tantas
ocasiones como la luz en un semáforo; todo debido a la libertad que se goza.
Esta libertad te ofrece cantidades de opciones que no sabes en cierto momento
cual escoger, pero cuidado, que aún así, la libertad puede hacer que te pierdas
en medio de la nada o bien que dejes pasar el tiempo peligrosamente.
Siendo soltero(a) el tiempo que se tiene para
reflexionar sobre la vida de uno mismo es casi total, es más lo es tanto que a
veces profundizas de más. Te metes en batallas “mentales” tan fácilmente como
mojarse en medio de una tormenta (aunque
en ocasiones los “matrimoniados” entran en otro tipo de batallas, a veces más
peligrosas). Por obvias razones, estas “batallas” son tremendamente marcadas en
aquellas personas que pasaron el resto de sus días en solitario y lo es mucho
menos en aquellos que contrajeron matrimonio muy jóvenes.
Pero también es cierto que el ser soltero o vivir sin
alguien al lado tiene sus ventajas. No estoy justificando la soltería, pero
estar así es tan bueno o malo como cuando tienes una relación con alguien. Y
ante esta ultima afirmación mía entramos a los álgidos terrenos de los
significados, porque por ejemplo, para algunos de mis amigos ya casados, los
que quedamos solteros somos casi-casi como unos pordioseros solitarios perdidos
y sin rumbo (aunque a veces denoto cierta envidia en el brillo de sus ojos).
Yo no se cuantos de los que estamos en esta situación
(que en Saltillo supongo no son muchos), comienzan a preocuparse acerca de cual
es la cosa más importante en estos momentos y en esta etapa de la vida. ¿Será
que el encontrar a esa persona “ideal” se convierte en lo más importante?.
En reuniones con amigos y conocidos que aún son
solteros, los comentarios son diversos. Algunos dicen que “a esta edad ya es
tiempo de estar con la pareja compartiendo los logros que en esta etapa de la
vida se están alcanzando”. No me lo han
dicho ellos, pero mucha gente se ve aterrorizada por que se van quedando
“solos” (¿Se acuerdan de la estupenda serie Sex and the City?), lo que los
lleva a empeñarse en encontrar a alguien, forzando sentimientos.
Otros comentan que “el trabajo y el éxito dentro de él
son lo más importante por el momento y que quizás en el futuro (no muy lejano)
vendría muy bien una relación de pareja”. En otras palabras, son de la idea de
que primero hay que asegurar una estabilidad económica para poder tener algo
que ofrecer y entonces sí bienvenido el “amor”.
Finalmente hay otros que comentan que “la vida es una
y que hay que vivirla muy intensamente: conociendo gente, viajando, gozando de
buenas comidas, conciertos, aventuras”. Las relaciones formales vendrán
después, quizás nunca.
El ser humano es un ser social por naturaleza, dicen
los expertos, pero creo que nunca pensaron que el ser humano también
evoluciona, y sus actitudes y comportamientos sufren transformaciones, aún en
este campo. Nunca imaginaron que en la actualidad, y con tantas cosas en el
planeta, hoy se pueden encontrar nuevos “compañeros” que no necesariamente son
de su misma especie.
Los viajes, las relaciones sociales e interpersonales,
el trabajo, las citas, la música, entre otros satisfactores, llegan a ser para
muchas personas solteras o que viven en la soledad sus compañeros durante la
vida. Muchas personas encuentran en la soltería una forma de vida que los llena
de una forma plena. Son libres, y no hay nada como eso, según dicen. Total, hoy
en día si se quiere tener hijos pues se adoptan (Diane Keaton).
En los países más desarrollados, el índice de personas
que vive en soltería o solos es muy alto. Este índice va en aumento aquí en
México, pero principalmente en el Distrito Federal y para muestra un botón: en
el edificio en el que vivo, tres de trece departamentos están ocupados por
mujeres ya maduras que viven solas. Desconozco las razones de su soledad, pero
en dos años que tengo de vivir aquí no he visto señales de pareja, eso si,
muchos amigos.
La vida “solteril” o en soledad es tan digna como la
vida de pareja; es otra forma de vida que puede ser una verdadera opción, a
pesar de lo que dicen de ella.
No me arrepiento de esta etapa de mi vida, pero soy de
la “vieja” guardia y prefiero a una mujer a mi lado para compartir con ella
experiencias, reflexiones, fracasos, éxitos, actitudes, felicidad. Quizás
llegue tarde o quizás llegue temprano esa persona; pero el asunto aquí es vivir
y tratar de disfrutar cada momento de la vida (bueno o malo), por que ese ya no
regresa.
Sin llegar a considerar otros factores como la
familia, la religión o la educación, tu que es lo que piensas, ¿Se necesita a
alguien más para llegar a la felicidad?.
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