¿Para adelante o para atrás?


Artículo Localeando, El Diario de Coahuila, 24 de octubre 2004

Para Chivis. Animo.

Ninguna ley es para siempre y la tan poca veces enmendada Constitución estadounidense es un ejemplo. Cada día que pasa se hacen más profundos los cuestionamientos sobre la forma de elegir al Presidente en Estados Unidos. Los fundadores de esa nación hicieron una Constitución tan amplia y cargada de pesos y contrapesos como para que pocas veces fuera enmendada, pero nada es eterno.

Junto con la elección a Presidente el próximo dos de Noviembre los electores del estado de Colorado tendrán la opción de modificar el mandato actual que señala que aquel candidato que gana en Colorado se lleva todos los votos del colegio electoral. La propuesta es que estos votos sean entregados de acuerdo al porcentaje de votación que obtuvo cada candidato. Sin duda una opción más justa y apegada a la realidad electoral. En este sentido, los primeros y difíciles pasos comienzan a darse en EUA pero serán dados para adelante y no en retroceso.

Esto al otro lado del Río Bravo, pero aquí en Coahuila tenemos nuestros propios pasos que dar y al parecer por ahí se quiere que sea en retroceso y me refiero al renacimiento de las voces que pretenden hacer modificaciones a la actual ley electoral. Estas serían bienvenidas si apuntaran a nuevos horizontes pero desafortunadamente apuntan hacia la retaguardia. No condeno que lo de atrás siempre es negativo, al contrario, algunas veces hay que retroceder, pero en esta ocasión ese retroceso no es conveniente.

Existen dos normas legales que actualmente incomoda a algunos partidos como a varios precandidatos: a) el corto período de tiempo para las campañas y b) la imposibilidad legal de manifestarse abiertamente en el sentido de querer ser precandidato a un cargo de elección popular.

Sobre el primer inciso tenemos que actualmente en el ambiente político nacional se desea una reforma para acortar campañas por diversas circunstancias que son muy conocidas; gasto excesivo de recursos, interrupción de legislaciones, escasez de negociaciones políticas, etcétera, y pretender regresar en Coahuila a lo que se tenía (campañas largas) es cometer un error de dos bandas; se iría contra un deseo nacional y se dejarían las bases para hacer con dinero a un desconocido en una personalidad electoral.

La reducción de los tiempos de campaña en Coahuila no afectó negativamente dos variables claves y básicas en las pasadas elecciones locales: 1) el índice de participación electoral y 2) la difusión de las propuestas. Habiendo salvado estos dos puntos no hay razón para modificar ¿Porqué querer regresar al pasado?

Por otro lado tampoco estoy de acuerdo en “suavizar” lo referente a las precampañas y es que ¿Imagina Usted como andarían ahora los precandidatos de no existir las restricciones actuales? De entrada el derroche de recursos públicos a favor de alguna precandidatura se haría más evidente. Si con el actual acicate tenemos indicios de ilegalidades piense ahora sin ellos. Otro hecho que se daría es que el dinero opacaría las propuestas y el debate (como sucedió en Tijuana).

La Ley Electoral en Coahuila es perfectible sin duda, incluso en los puntos anteriores, pero no debemos dejar ir la esencia de lo que pretende: elecciones más justas para todos los partidos y regulación y limitación precisa de los tiempos electorales.

No volteemos para atrás, hagámoslo para adelante. Estas dos normas ya manifestaron su bondad y el querer acomodárselos a sus propios intereses no habla más que de un egoísmo institucional y personal para salir beneficiados ellos y no la ciudadanía. Además la trayectoria propia de cada personaje lo va marcando para un puesto determinado.

El horizonte aun muestra muchos retos a la actual ley electoral y cito algunas; a) elección por distrito de regidores, b) candidaturas independientes y ciudadanas, c) partidos municipales, e) aplicación efectiva del referéndum para el cobro de nuevos impuestos y otras disposiciones, f) elección de Síndicos (como en Chihuahua), g) remoción de mandato, h) obligación de debates por tema y por región, entre algunos otros.

Y para esos que quieren regresar al pasado aquí les planteo un ejemplo del futuro que debemos abordar ya. En algunas semanas comenzara a discutirse en el Congreso de Sonora una iniciativa de reforma que el gobernador de aquel estado pretende enviar: las candidaturas independientes y ciudadanas. Esta propuesta se refiere a la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda postularse directamente como candidato a Gobernador del estado, diputado, alcalde o comisario, con la garantía de tener las mismas ventajas que los candidatos de los partidos políticos.

La iniciativa de reforma propone el siguiente texto para la fracción II del Articulo 16 de la Constitución local:  "Ser votado para los cargos de elección popular del estado y de los municipios, como candidato de algún partido político o como candidato independiente, en los términos establecidos por esta Constitución y la ley, así como ser nombrado para desempeñar cualquier otro empleo, cargo o comisión”.

La iniciativa también contempla las candidaturas ciudadanas y propone mínimos de firmas de simpatizantes. En el caso de los candidatos ciudadanos a diputados, estos deberán reunir cuando menos el 10 por ciento de la lista de los ciudadanos empadronados en el distrito electoral uninominal respectivo. Para los candidatos ciudadanos a alcaldes deberán reunir y presentar firmas de apoyo de acuerdo con la población empadronada en cada municipio. Ejemplo, en los ayuntamientos de hasta 10 mil ciudadanos empadronados serán mil firmas de apoyo. En los de más de 100 mil 1 empadronados, deberán presentar 6 mil firmas.

Iniciativas como la que hoy se maneja en Sonora deben estar en el horizonte de reformas actuales para el Estado. Coahuila ya ha dado un gran paso en la materia y lo que nos resta es hacer costumbre y cultura de las disposiciones que marcan las reglas electorales actuales. Los políticos que deseen cargos de elección deberán asimilar que la simpatía en el Estado de Coahuila hoy se basa más en la trayectoria, propuestas y el trabajo de los aspirantes y no únicamente en la realización de una campaña cargada de dinero y de mercadotecnia.

Para donde avanzamos ¿Para adelante o para atrás?

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