Nuevos nichos para la participación ciudadana a nivel local


Artículo Localeando, El Diario de Coahuila, 7 de noviembre 2004

América Latina lleva al menos dos décadas tratando incansablemente de ubicar los mejores elementos políticos, jurídicos, sociales y económicos que le permitan adecuar el rumbo para generar sociedades armónicas. Durante diferentes momentos los dos actores principales, gobierno y sociedad, han batallado para encontrar los lugares idóneos para cumplir su rol.

Una vista retrospectiva en el tiempo nos muestra como en la década de los 80’s la sociedad comenzaba a desatar los fuertes lazos de control que los gobiernos de la región mantenían sobre sus gobernados. Uno a uno los gobiernos militares, autoritarios y dictaduras fueron derrumbándose para dar paso a uno democrático pero escaso de experiencia. El papel de la escasa ciudadanía organizada consistía principalmente en la lucha por las libertades políticas. El férreo centralismo en la zona inhibía el desarrollo de cualquier manifestación local.

Los 90’s por su parte nos muestra como los gobiernos, tratando de aprovechar una globalización que se hacia cada día más evidente, emprenden reformas económicas muy apegadas a las leyes del mercado. La sociedad por su parte luchaba por perfeccionar la aún endeble y nueva libertad política alcanzada e iba colocando, a veces a contracorriente de los deseos gubernamentales, ladrillos democráticos que más tarde se convertirían en columnas de la democracia. Era el tiempo también del nacimiento de numerosas organizaciones ciudadanas que luchaban por mayores libertades civiles y el respeto de los derechos humanos.

El inicio del siglo XXI nos muestra ahora que el mantenimiento y perfeccionamiento de las sociedades (incluyendo sus gobiernos) es mucho más complejo. Conforme estas evolucionan, nuevos factores disciplinarios (económicos, sociales, políticos, etcétera) se hacen presentes y las influencias se distribuyen a través de una serie de vasos comunicantes. También hacen uso de presencia nuevos conceptos, como el de la gobernanza , que invita a una responsabilidad compartida del ejercicio del gobierno, es decir, donde las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado tienen roles que jugar.

Sobre esto último y para tener mayores elementos de comprensión, la Conferencia Mundial sobre Gobernanza “Del Gobierno a la Gobernanza; Hacia el siglo XXI”, realizada en 1999 y organizada por el PNUD, propuso “reexaminar la idea convencional de que la gobernanza es el campo exclusivo del gobierno” y “fomentar la reformulación que indica que la gobernanza incluye a todos los organismos del Estado, la sociedad civil y el sector privado”.
La importancia de lo anterior radica en el hecho de que la participación de los actores ajenos al gobierno debe darse sin regateo, lo que implica hacer un sacrificio mayor en aras de llegar a la gobernanza. Ya no basta solamente con participar en la integración de consejos ciudadanos (que muchos de ellos presentan desafíos de operación y composición enormes) o mantener buenas relaciones con el gobierno, ahora hay que adentrarse en la operación y diseño institucional del aparato gubernamental.

A inicios del siglo XXI las organizaciones civiles consolidan su presencia en diferentes rubros (altruismo, derechos humanos, equidad de género, política, electoral, seguimiento a gobiernos nacionales y regionales, desarrollo de proyectos productivos, entre otros) pero se niegan a descubrir nuevos horizontes o nichos en los cuales también se puede incidir (nichos de incidencia) y me refiero a los relacionados con el reordenamiento, operación y consolidación de las instituciones gubernamentales del ámbito local. En otras palabras, hacer efectiva la gobernanza a nivel local.

Las formas para abordar este nicho aun virgen son diversas, es más, pudieran agruparse en; a) frontales (aquellas que exigen y solicitan acciones desde afuera de las instituciones, es decir se trata de una incidencia externa) y b) acompañadas (aquellas que trabajan junto a las instituciones, es decir incidencias internas o suaves, dado que acompañan en el proceso).

El trabajo vinculado entre las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno local para reconstruir la estructura y operación gubernamental del mismo gobierno local (valga la redundancia), puede realizarse de forma frontal o bien acompañada (ambas con ventajas y desventajas) pero desde mi punto de vista el inicio debe ser utilizando la segunda forma (acompañada). El beneficio de la duda al gobierno local debe prevalecer para no polarizar posiciones entre ambos actores.

Precisamente en lo anterior es donde se genera el punto de quiebre y es donde se ubica el nuevo nicho de incidencia ciudadana; enfrentar de forma “acompañada” con las autoridades locales problemas y retos puntuales que padece el gobierno local tales como transparencia, revisión y rendición de cuentas, perfiles de funcionarios de primer nivel, profesionalización de niveles medios e inferiores, asuntos ambientales, presupuestación, diseño institucional, medición del desempeño, entre otros, y que hoy están “secuestrados” por el mismo gobierno.

Hasta el momento este nicho de incidencia local ha sido “atacado” por organizaciones privadas con fines de lucro que, al asesorar a los gobiernos, dan como resultado soluciones “privadas”, es decir, solo se conocen por ambas partes pero cuyos efectos impactan a la sociedad en su conjunto ¿Cuántos resultados de auditorias internas a los gobiernos locales en México se hacen públicos en primera instancia por diseño de sistema? Prácticamente ninguno. Se hacen del conocimiento publico cuando la presión social es inaguantable.

Otra pregunta al respecto ¿Cuántos Comisiones de Hacienda de los Cabildos mexicanos deliberan de cara a la sociedad?, ¿Qué rol  juega la ciudadanía en la definición de perfiles (no de personas) para los funcionarios de primer nivel del gobierno municipal?, ¿Cómo es el desempeño del gobierno en tal función? o ¿Cuánto cuesta el proveer a la ciudadanía de un determinado servicio?

Como estas preguntas hay muchas más que escasean de respuestas, pero sin duda pronto las encontraremos dada la evolución que presenta la participación ciudadana y la aplicación del concepto de la gobernanza.

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