Localeando, 3 de Mayo de 2007
Jaime Villasana Dávila
La estrategia política del Gobernador Moreira
comienza a generarme profundos signos de preocupación. Razones hay varias pero
quisiera enfocarme en una de ellas; la incorporación de actores públicos a su
gobierno.
Como sabemos, en los últimos meses dos actores de
instituciones clave han sido “absorbidos” por el gobierno de la gente: Homero
Ramos Gloria, hoy Secretario de Gobierno y ex -Presidente del Instituto
Electoral y ahora Jesús Ochoa Galindo, ex –rector de la UA de C y próximamente
director de un organismo creado a la carta.
El enfoque del análisis no debemos ponerlo en estas
dos figuras públicas, que desde mi punto de vista son competentes, sino en las
instituciones que representaban; IEPCC, garante de las reglas del juego
político y UA de C, máximo generador de cuadros políticos. Pues bien, con estos
enroques estas instituciones, en teoría autónomas, han perdido lo último que
les quedaba: las formas. Y sin fondo y forma lo único restante es una
estructura útil para ser manejada como se desee, por más que nos digan lo
contrario.
De poco sirve tener un Estado con buenas
perspectivas económicas si a nivel político seguimos operando con reglas y
prácticas del pasado. La política es una disciplina transversal que toca todo
lo demás (educación, servicios públicos, etc.) y si fallamos en la forma de
hacer política, como sociedad fallaremos en el resto.
Por ello los gobernantes modernos saben que la mejor
manera de dejar huella en un gobierno no es amedrentando a rivales políticos,
acometiendo otros poderes públicos, embistiendo instituciones autónomas,
manejando casi con un control absoluto el quehacer político, actuando en la
desconfianza, controlando medios, atosigando burócratas, agrandando el aparato
gubernamental.
En la política la forma también es fondo y estas
incorporaciones no son un buen indicio. Parece que la práctica de hacer
política a la vieja usanza comienza nuevamente a sentar sus reales en Coahuila
y por ahora todo indica en que se fortalecerá si los partidos opositores
(principalmente el PAN) y las élites económicas (tradicionalmente de gran peso
en el Estado) no hacen algo para impedirlo.
El ICAI, el IEPCC, la UA de C ¿qué institución o
instituciones siguen? ¿Las cámaras y organismos empresariales? ¿La iglesia?
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