Motivos a La Laguna

Artículo Localeando, 17 de Abril de 2008 
Jaime Villasana Dávila 

En los últimos quince días han acontecido dos hechos que en cierto sentido motivan la identidad de algunos laguneros simpatizantes de la secesión intra-estatal. Me refiero, por un lado, al desaire realizado a los alcaldes de La Laguna al no invitarlos a la reunión sostenida el 8 de Abril entre los gobernadores de Coahuila y Durango para trazar acuerdos respecto del fondo metropolitano y, por el otro, la desacreditación del agua tratada de Torreón como un elemento no apto para incentivar a las empresas.

Sobre el primer punto resulta incomprensible que los gobiernos estatales de referencia dejen de lado precisamente a los líderes políticos (Alcaldes) que gobiernan a las comunidades que hacen o definen a La Laguna, una región que, por presentar sus propias particularidades (Incluido un movimiento secesionista) requiere de un trato especial en todos los aspectos y cuidando todas las formas. De hecho Coahuila así lo ha planteado al crear un Tribunal especial para la región y la Secretaría de Desarrollo Regional de la Laguna.

El Fondo Metropolitano, de 250 millones, requiere ser invertido considerando desde su gestación operativa las voces de todos los actores, pero dado el monto enorme de recursos y el año electoral en el que nos encontramos el control que se quiere tener sobre el mismo por parte de los gobernadores pareciera ser total.

El otro frente es respecto al tema del agua tratada de Torreón, a la que se le hizo un desprecio público por parte del gobierno estatal por presuntamente carecer de una calidad mínima para ser aprovechada por las empresas como sí acontecería con el agua tratada de Saltillo. Más temprano que tarde actores laguneros de la iniciativa privada exigieron el mismo trato que se otorgará a Saltillo y es precisamente éste uno de los factores contribuyentes del separatismo en esa zona; la diferencia en el trato.

Estas acciones no tendrán un efecto inmediato, ni tampoco notable, pero sí suman a la diferenciación ideológica regional, ya de por sí marcada y todavía más en el ámbito político. En otras palabras, estas actitudes van aglutinando rencores regionales para el largo plazo aunque cosechan votos en el corto plazo. Es esto último lo que, lamentablemente, sigue guiando la toma de decisiones.

Glosa: Coahuila se ubica ahora en el lugar 20 en el ranking de Transparencia Mexicana luego de haber estado en 2005 en el 9. Algo se está descomponiendo.

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