Artículo Localeando, 21 de Agosto de 2008
Jaime Villasana Dávila
Los hechos acontecidos en Georgia siguen dando de qué hablar por la sencilla razón de que el problema no ha sido resuelto. Después de haberse comprometido a retirarse de ese país en días pasados (ahora dicen lo harán el viernes), los rusos siguen imponiendo condiciones en la zona y a Occidente también.
Como lo señalé la semana pasada, el momento le pertenece a Rusia por varios factores sumando a estos el estatus actual de cada una de las potencias occidentales. Iniciamos con EUA, sumamente ocupado con la guerra en Irak y Afganistán, haciendo que por ahora no tengan la capacidad militar para responderle a los rusos mediante una guerra “proxy” (o indirecta), tal como aconteció durante la guerra fría.
Habría que sumar la política interna (hay elecciones presidenciales) y la debilidad económica potencializada por el problema de las hipotecas. Ya no digamos la cuestionada credibilidad de la administración Bush, la cual encuentra serios obstáculos en la ONU para sumar aliados.
Pasemos ahora a Inglaterra, sumida en problemas muy similares a los estadounidenses; apenas recuperándose de la salida de Irak y su compromiso en Afganistán. En lo interno, el estancamiento económico más el serio problema político de su primer ministro (Gordon Brown), el cual tiene los meses contados, lo atan de manos para construir un posicionamiento enérgico unilateral frente a los rusos.
Nos quedan Alemania y Francia. El primero siendo el más cercano aliado europeo de Rusia y por lo tanto algo indeciso en las exigencias más allá de requerir mediáticamente una retirada rusa de Georgia. El segundo, entrampado en el plan de retirada signado por Rusia y Europa (firmado en su representación por Sarkozy) pero hasta ahora sin mayor efecto.
Con este rápido panorama de Occidente nos queda voltear a China, India y Japón también descartados por que su influencia se limita a temas económicos y no tanto políticos, aunque China comienza a despegar pero se encuentra ocupada con los Juegos Olímpicos (y arrasando medallas), además de que difícilmente se alineará con las posturas occidentales.
Así pues, a Occidente le queda la OTAN y recién la utiliza para echarle montón a Rusia y de paso asomar intenciones militares. Insisto, la solución será organizar referéndums en Osetia del Sur y Abjasia y que sus poblaciones decidan.
Glosa; si está interesado en darle seguimiento al conflicto Rusia-Georgia pero desde una perspectiva rusa le recomiendo visitar www.russiatoday.com
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