¿La “China del Norte”?

Artículo Localeando, 23 de Octubre de 2008 
Jaime Villasana Dávila 

Muchas interpretaciones dejan los resultados de la pasada elección celebrada en Coahuila. De entrada el PRI hizo lo que tenía que hacer para llevarse su carro completo y el PAN para que así sucediera. Todos sabemos las causas y creo sería redundante ahondar en ellas. Así pues felicidades PRI, PAN ¿podrás levantarte?.

Pero la elección ya es tiempo pasado y debemos ocuparnos del futuro. De entrada un carro completo a estas alturas refleja que algo no está funcionando bien en la democracia de nuestra matria. En las democracias consolidadas no ocurren los carros completos porque su estructura está diseñada para que precisamente eso no suceda, y no me refiero a meramente dar diputaciones o regidurías plurinominales.

En estas democracias los contrapesos (Congreso independiente, medios imparciales, IP crítica, universidades públicas apolíticas, ciudadanía atenta y educada, oposición innovadora, burocracia independiente, poder judicial soberano, etc.), no sólo existen en el tintero sino también en la realidad.

En Coahuila no tenemos una democracia consolidada porque los actores antes citados no cumplen con su rol de manera efectiva. Tan sólo basta con observar el muy estrecho vínculo partidista de la burocracia con el PRI o bien leer sobre los pleitos internos del PAN. Ya no hablemos del clientelismo político entre un sector de la ciudadanía.

Dadas las circunstancias políticas actuales, donde un partido ostentará prácticamente todo el poder público a nivel estatal y municipal, el PRI local deberá reforzar sus mecanismos internos para sancionar a aquel funcionario público que, siendo parte del partido, cometa actos de corrupción, impunidad, abuso. Y digo lo anterior porque las instituciones coahuilenses no podrán aplicar las sanciones que deben aplicar si el PRI no lo autoriza.

El tricolor coahuilense deberá buscar su propio equilibrio interno donde el interés común (no el partidista) esté al centro de su mira política. No le será fácil porque cuando se tiene tanto poder hay muchas tentaciones y estas empujan a hacer renacer viejos vicios o a consolidarlos.

Coahuila es pues, por ahora, la “China del norte”, donde el cuasi-unipartidismo será la constante acompañado de un desarrollo económico en ascenso pero con un desarrollo político y social todavía muy endeble.

Tiene el PRI-Coahuila la mesa servida, pero no debe olvidar que del plato a la boca…. Esto los líderes chinos, lo saben muy bien y por eso actúan cuando deben hacerlo.

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