Artículo Localeando, 12 de Febrero de 2009
Jaime Villasana Dávila
Por más que uno quiera hablar sobre el tema de la reducción de diputados locales en Coahuila y cuestiones relacionadas, la situación actual simplemente no permite hacerlo. La inseguridad, la crisis financiera mundial y mexicana y las declaraciones de Slim sobre horizontes catastróficos obligan a abordarles.
Comienzo por insistir con el discurso del Pdte. Calderón, quien dice "Tenemos una Nación abundante en recursos naturales, pero sobre todo, tenemos un pueblo y familias trabajadoras". Sigue sin querer reconocer públicamente el vendaval económico que llegará a México.
Reitero, su discurso es la peor versión del discurso priísta de los 70s. Todo mundo lo ha reconocido, como el líder de la CTM-Coahuila, Tereso Medina, quien acertadamente señaló en entrevista “Esto apenas empieza…no hemos tocado fondo”, luego de que GM-RA comunicará de 600 despidos en los próximos días.
No invoco un discurso presidencial como el de Slim, que si bien en el fondo es acertado en las formas no aplica para un Presidente. Hay maneras de comunicar malas noticias y tiempos muy difíciles sin ser amarillistas.
El discurso es muy importante porque está ligado a actitudes y en los momentos actuales no es moralmente correcto que el Presidente los mantenga tal cual, como tampoco que el PRI quiera llevar agua a su molino.
Declaraciones como la de Jorge Alanís, Secretario de Fomento Económico, respecto de la decisión de GM sobre los despidos (“Faltó dinamismo e inmediatez a los apoyos federales”, Vanguardia, 050209), simplemente no ayudan sino que debilitan más. No se trata de echar culpas a otros (por ahora) sino asumir responsabilidades y apoyar a quienes no pueden cumplir con ellas.
Vivimos tiempos muy difíciles en lo económico (ya no digamos de seguridad). Basta con leer los análisis de The Economist y The New York Times para darse cuenta de ello. Ojalá alguien le regale al Pdte. Calderón una suscripción a estos medios. Quizás modificaría su discurso por uno más sensato y no tan cargado de nacionalismo rancio.
Pobre México, mientras ahí se discute por el tono del discurso en otros lados se discuten propuestas para salir de la crisis.
Glosa; hago un réquiem por la democracia de Nuevo León. Es lamentable que el estado norteño de mayor avanzada socio-política haya decidido nombrar a sus candidatos a gobernador (PRI y PAN) de la forma más antidemocrática posible (en el albiazul además de manera centralista). Se acaban los referentes o buenas prácticas. No hay para donde voltear. Qué triste.
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