Tres discursos; tres realidades

Artículo Localeando, 5 de Febrero de 2009 
Jaime Villasana Dávila 

Michel Focault, un prestigiado sociólogo francés, apuntaba en una de sus obras que “los discursos hay que entenderlos no sólo de manera lingüística sino de manera relacional porque son los diferentes contextos cognitivos, sociales y políticos los que permiten que los discursos políticos se desarrollan y se retroalimentan mutuamente”.

Traigo esta reflexión a consecuencia de tres discursos generados por tres actores distintos que iré citando paulatinamente.

El Pdte. Obama desde un principio de su gestión, incluso desde su elección, ha reiterado una y otra vez tres mensajes en su discurso respecto a la crisis financiera; es muy seria, implicará grandes sacrificios para cada familia estadounidense y hay que hacer ajustes a nuestro modelo financiero ahora mismo. Es un discurso nada alentador pero ubicado en la realidad. Típico en políticos de países desarrollados.

El Pdte. Calderón por su parte minimiza la crisis, señala que México está preparado para enfrentarla y niega rotundamente que nuestro país pueda llegar a poseer un Estado fallido (como si los países fueran eternos).

Su discurso no es diferente al de un político mexicano que ostenta el poder. El mismo tono utilizaría PRI o PRD de poseer la presidencia. Lo hacen sus gobernadores y alcaldes en sus ámbitos.

La negación de la realidad, tan venerada en México, es parte de ese contexto cognitivo señalado por Focault; se realimenta mutuamente entre la clase política y peor aún, se transforma en decisiones limitadas o incorrectas las cuales van siempre atrás de las necesidades de la ciudadanía.

Muy distinto es el discurso del ciudadano común, el cual se vio estupendamente reflejado en las palabras que Denise Dresser (reconocida politóloga mexicana) manifestó el pasado 29 de Enero en un foro organizado por el Senado. Aquí cito unas palabras muy ilustradoras; “México es un ejemplo… de un capitalismo de cuates…oligárquico” y “¿quién gobierna México…?”. Puede ver el discurso en http://www.youtube.com/watch?v=yCdOktxWMe0&feature=related

En resumen, nuestra clase política con su discurso y su consecuente actuar está asfixiando al país al no ajustar su traje institucional diseñado para un régimen semi-autoritario. Y como resultado de ese asfixio se generan los primeros síntomas de un Estado fallido.

Glosa; a) La semana pasada señalé “nuestro casi Estado fallido”. En realidad se muestran apenas primeros síntomas. b) Siendo un fan de los Acereros de Pittsburgh no me queda más que decir ¡Enhorabuena Nación Acerera¡.

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