Coahuila y Texas; discursos similares

Artículo Localeando, 23 de Abril de 2009 
Jaime Villasana Dávila 

El miércoles de la semana pasada grupos de ciudadanos estadounidenses (republicanos, conservadores y opuestos al “big government”) organizaron a nivel nacional las “tea party” (fiesta del té) para expresar su molestia por el gasto aplicado por Obama para rescatar bancos, empresas y estimular la economía.

Las “tea party”, manifestaciones en lugares públicos, recuerdan la protesta de colonos independentistas en Boston en 1773 cuando, enfadados por los impuestos decretados al té por el Parlamento Británico, decomisaron té y lo arrojaron al mar.

Cada vez que el gobierno federal gasta como ahora se organizan “tea party” y el asunto ahí termina. Pero esta ocasión fue diferente por unas declaraciones del gobernador texano Rick Perry quien, ante una multitud en Austin, expresó que el estado quizás podría buscar la secesión si hay más impuestos y gastos en el ámbito federal.

Perry dijo; “Texas es un lugar único. Cuando nos sumamos a la unión en 1845, uno de los asuntos fue que podíamos dejarla si decidíamos hacerlo…Mi esperanza es que Estados Unidos y Washington en particular, pongan atención…Tenemos una gran unión y no existe absolutamente ninguna razón para disolverla. Pero si Washington continua ignorando al pueblo estadunidense, quien sabe que pueda resultar de eso". Algunos asistentes gritaron “secesión, secesión”.

Algunos analistas dicen que Perry no expresa un sentimiento legítimo y sólo utiliza la retórica para hacerse de adeptos en busca de su reelección el año entrante. Quizás sea cierto, pero también lo es la identidad especial del texano.

El discurso de Perry me recordó al del gobernador Moreira cuando, en la conmemoración del último aniversario del Plan de Guadalupe, dijo “Este año nos reunimos los habitantes del único estado independiente, que también es libre y soberano, que es Coahuila”. Nótese la palabra “independiente”.

Coahuila y Texas comparten historia y muchos valores cívicos. Ambos formaron un estado y ambos fueron parte de la efímera República de Río Grande. Texas logró ser independiente por 10 años y luego se sumó a EUA. Coahuila siguió en México.

La diferencia en todo caso es la historia que cada estado enseña a sus habitantes y la historia dice mucho porque forma ciudadanos. Al ciudadano texano las palabras de autonomía y secesión no le asustan porque vive día a día con ellas. El coahuilense no les conoce mucho.

Pero la historia es historia y en el presente ambos mandatarios tienen discursos similares. Lo interesante es el futuro y ese se está actualmente configurando.

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