Ecos de la reforma propuesta

Artículo Localeando, 24 de Diciembre de 2009 
Jaime Villasana Dávila 

La semana pasada el Pdte. Calderón presentó a los mexicanos un decálogo de reformas para actualizar la estructura política-electoral del país. Sus diez propuestas pudieran no ser las mejores. En lo particular no estoy de acuerdo con tres de ellas y en otras dos no estoy seguro de sus beneficios.

Pero el mayor beneficio de la propuesta calderonista está en si misma; es una propuesta, un movimiento que nadie quería realizar, incluido el Congreso de la Unión cuya chamba es precisamente la de proponer, procesar y aprobar reformas benéficas para el país.

Algunos rivales políticos tacharon de oportunista al Presidente por colocar el tema en momentos en que no pueden debatirle como quisieran debido a la época decembrina. Otros argumentaron que es mucho más importante comenzar por la reforma hacendaria y económica debido a la crisis actualmente enfrentada.

Quizás tales personajes tienen razón sobre las prioridades de reformas pero respecto al oportunismo ninguno puede lanzar la primera piedra. De hecho en política, pobre de aquel político que carezca de olfato para ello, aunque lo cuestionable es que se raye en lo detestable. Como por ejemplo el caso de Peña Nieto y su viaje al Vaticano ¿con recursos públicos? para ver al Papa y presentarle a su novia (al estilo Fox-Martha), hecho amplia y descaradamente difundido por Televisa.

Pero hay de actitudes a actitudes entre los rivales políticos del presidente. El Senador Manlio Fabio Beltrones si bien la criticó de insuficiente dio señales de plantear una reforma política todavía más ambiciosa (postura muy bienvenida), además de ir por la reforma hacendaria.

Quienes continuaron decepcionando fueron los gobernadores. Lejos de sugerir reformas similares en sus estados (¿o feudos?), criticaron la reforma o bien hicieron “como que la virgen les habla”, como si los estados no requirieran de reforma alguna.

Ninguno dijo por ejemplo que impulsarían en sus estados una reforma similar para permitir las candidaturas independientes (como ocurre en Sonora o Yucatán) o reducir el número de diputados locales (Coahuila ya lo hizo poco tiempo atrás pero es apenas un primer paso) o incorporar la figura de iniciativa ciudadana o la creación de partidos políticos municipales.

El país y sus estados requieren reformas urgentes en todos sus ámbitos y actitudes comodinas y/o mezquinas no ayudan en nada a concretarlas. Ojalá estos tiempos de reflexión conlleven a que todos hagamos ajustes en nuestros comportamientos.

Glosa: Les deseo muy Feliz Navidad.

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