Artículo Localeando, 22 de Abril de 2010
Jaime Villasana Dávila
Ha iniciado el proceso para la reforma electoral en Coahuila. Una muestra de ello es el foro a realizarse sobre el tema el próximo 28 de abril en el ITESM-Campus Saltillo. El evento es organizado por el Congreso del Estado.
Una reforma electoral no es cualquier cosa, pues su objetivo es fortalecer (en teoría) el sistema electoral (SE) prevaleciente. Recordemos que un SE es un ordenador de equilibrios políticos que representa la voluntad de una sociedad. Colateralmente un SE reflejará la composición del Congreso local (o un Ayuntamiento), mismo que fragua las transformaciones a las instituciones y leyes del estado. De ese tamaño es su importancia.
Igualmente una reforma electoral tiene muchas aristas pues pueden abordarse temas tan diversos; desde la participación de los ciudadanos en las elecciones hasta las multas a partidos por violar la ley electoral, pasando por los requisitos para fundar partidos.
Coahuila posee una ley electoral con numerosos aciertos. Quizás sus tres contribuciones recientes más importantes al país han sido la ampliación del periodo a cuatro años de los gobiernos municipales, una ventaja que su mismo impulsor (el PRI) se empeña en no ejercer a cabalidad; el acortamiento de campañas electorales y el achicamiento del Congreso y Ayuntamientos.
Pero nuestra ley electoral tiene también limitaciones así como ausencias de importantes elementos conceptuales y democráticos.
En lo personal considero que deben hacerse al menos tres reformas (para mí cruciales) a nuestra ley electoral:
a) Elección de regidores por distrito: hoy en día sólo en Nayarit existe este sistema electoral municipal, por cierto impulsado por el PRI local. El verdadero fortalecimiento de un Ayuntamiento, y por lo tanto de un municipio, pasa inevitablemente por sobre cómo llegan al poder los regidores y hoy llegan gracias al partido y no a los ciudadanos. Debemos, además, “independizar” al regidor del Alcalde.
b) Partidos políticos municipales (PPM): actualmente en ningún estado mexicano existen los PPM. Es una nueva oportunidad para que Coahuila vuelva a hacer historia, pero principalmente para acercar la política partidista/organizada (hoy tan devaluada) a los ciudadanos.
c) Candidaturas ciudadanas: si aspiramos a una democracia consolidada entonces deben aprobarse sin pretexto. El PRI-Nacional ya se manifestó en contra de ellas, siendo una postura antidemocrática. La pregunta es si el PRI-Coahuila negará a los coahuilenses este derecho político.
La reforma electoral al final la decidirá el PRI-Coahuila pues tiene amplia mayoría en el Congreso, así que será a ellos a quienes habrá de señalar o aplaudir en su momento.
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