Artículo Localeando,
10 de noviembre de 2011
Jaime Villasana
Dávila
La salida
de Moreira de la presidencia del PRI ya no se cuestiona; es un hecho. Se
cuestiona la forma y fecha. Para esto la elección del domingo en Michoacán es
clave. Si gana el PRI, Moreira compra oxígeno para sobrevivir quizás hasta
febrero tal como él lo ha insinuado.
Pero si
gana el PAN, algo inviable hace unas semanas pues el PRI llevaba clara ventaja con
su buen candidato, se adelantará su caída con el agravante de haber pérdido ese
estado por el escándalo de la deuda y por haber metido en serios problemas al
PRI con miras al 2012.
Para
Moreira las implicaciones ya no son sólo políticas. A estas alturas, también
son judiciales. Cada día saltan a la luz pública nuevos indicios sobre el grado
de conocimiento de Moreira respecto a los decretos falsos ¿supo Moreira que lo
eran? Él lo sigue negando.
Hay otro
dato importante; gane o pierda PRI en Michoacán, el 30 de noviembre Moreira pierde
todo tipo de fuero al dejar de ser gobernador con licencia. La autoridad
federal, ya no tendrá ningún impedimento legal para procesarlo como a cualquier
ciudadano.
Además de
los coahuilenses, evidentemente en este escándalo hay dos damnificados políticos
inmediatos; el PRI y el gobernador electo de Coahuila (su hermano Rubén). Los
líderes del tricolor, osea Peña y Beltrones, han venido suavizando el tono de
la defensa de Moreira. Su lógica les dice que no lo pueden evidenciar
exigiéndole la renuncia pues debilitan todavía más al partido, pero el mensaje
de “corresponde a Moreira aclarar y decidir” es claro; lo arreglas o lo
arreglas ¿preferirá Moreira renunciar o ser renunciado?. Parece es lo segundo.
Mal.
El
desangrado del PRI, incluso después de la “renuncia” de Moreira, parará hasta cuando
sus líderes quieran y de cómo manejen el caso. Con Marín y Ruiz la jugó el PRI
muy mal, costándole Puebla y Oaxaca. Ahora está en juego la presidencia misma.
Su
hermano Rubén tiene también un problema mayúsculo comenzando por su mismo
apellído. Y como no se lo quitará entonces debe pintar una raya todavía más
clara y ancha. La que ha pintado (haciendo ciertas modificaciones para que no
huela tanto a su hermano), sigue siendo muy delgada.
De
entrada debe enmendar un error cometido; precipitarse en ratificar al actual
Secretario de Gobierno, uno de los más cercanos a su hermano. Seguramente lo
quitará en algunos meses pero ya contaminó su gobierno en un cargo clave.
Finalmente,
si muchos quieren ver a Moreira en la cárcel se quedarán esperando, al menos se
revele una grabación que compruebe lo que muchos pensamos, pero políticamente
está out por un tiempo aún ganando PRI la presidencia. Y esto no es un triunfo
menor para los coahuilenses de buena fe.
Comentarios