Felipe Calderón; el final


Artículo Localeando, 29 de Noviembre de 2012
Jaime Villasana Dávila

Por casualidad del destino me encuentro toda esta última semana del sexenio calderonista en Ciudad Juárez y me es grato comprobar que afortunadamente ya no sufre las masacres y altos niveles de violencia de años anteriores, aunque tampoco ha llegado a los bajos niveles históricos que poseía.
Concluye la docena
panista. Muchas
ganas, resultados a deber.

La lucha para los juarenses está ahora en mantener a la baja la tendencia de violencia y, también muy difícil, cambiar la percepción que se tiene de ellos en todo el mundo.

Ciudad Juárez es un claro calificativo del sexenio calderonista que concluye pasado mañana, pero no el único. El Presidente con su terquedad por privilegiar la lealtad por sobre el profesionalismo, su limitada visión de Estado y corta voluntad para construir institucionalidad nos hereda un país que se desempeñó muy por debajo de su potencial.

Debe reconocerse que se vivieron tiempos difíciles (crisis financiera y sanitaria), que hay logros en materia de salud e infraestructura. La liberación comercial se amplió. También que hay estabilidad económica y su empeño por impulsar en lo que creía. Pero estos éxitos son un estándar común y por lo tanto una obligación de cualquier gobierno.

Calderón nos deja problemas de gran calado a los que no quizo o no supo atender. Uno de los más representativos son los monopolios (CFE, Pemex), duopolios y oligopolios (TV, cemento, cerveza, pan, tortilla,telecomunicaciones, etc.) que le fueron heredados no sólo a él sino a Fox también. En otras palabras, en este tema los gobiernos del PAN fracasaron rotundamente.

Incluso introdujeron al gobierno federal vicios que siempre criticaron y que dañaron gravemente a la institucionalidad. Cito tres ejemplos puntuales:

1. COFETEL, COFECO, COFEPRIS, PROFEPA, CONAGUA, INEGI y en su momento IMSS fueron contaminados con titulares muy cercanos a Fox o Calderón, convirtiendo estos cargos en poíticos en lugar de mantenerlos como técnicos.
Ambas presidencias gastaron
millones en diseño de nuevos
logotipos, cuando pudieron
institucionalizarlos.

2. Se gastaron millones de pesos en diseño y difusión de logotipos “propios” de los dos gobiernos panistas federales, en lugar de mantener los existentes o convocar públicamente a generar logotipos insitucionales, tal como existen en los países desarrollados.

3. Servicio Civil de Carrera (SCC); inició bien pero luego se desvió al partidismo disfrasado. Hoy los panistas se quejan amargamente de una mutilación importante que el PRI y PRD quieren aplicar al SCC. Si los gobiernos panistas lo hubieran mantenido dentro de los principios reguladores, seguramente PRI y PRD no harían lo que hoy proponen.

Se va Calderón y junto con él 12 años de gobiernos panistas que quedaron a deber muchísimo. Pero será la historia quien los ubicará en el lugar que se merecen.

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