Artículo Localeando,
15 de Noviembre de 2012
Jaime Villasana Dávila
Dado que paso muchas horas frente a mi laptop es que deseo tener las
últimas actualizaciones de software. Finalmente están diseñados para
facilitarte la vida.
Por ello el pasado 28 de octubre, apenas a un par de días de su
lanzamiento, ilusionadamente compré, descargué e instalé el software Windows 8 (W8)
en mi modesta laptop Toshiba Satellite T135 y que tiene instalado de fábrica el
Windows 7 (W7).
El diseño de W8 es innovador pero confuso al mezclar dos pantallas. ¿Reposicionará a Microsoft ante los avances de Google y Apple? |
Una alternativa a instalar W8 era esperar unos meses más y comprar una nueva laptop que tuviera instalado de fábrica el W8. Descarté esto último pues
primero quería probar el software y además ya rondan por mi mente las
computadoras Chromebook de Google, cuyo sistema operativo es Google-Chrome,
similar a Android.
Mi relación de cliente con Microsoft ha sido agridulce. Mi primera
laptop tuvo Windos Millenium y funcionó de maravilla por seis años. La segunda
tuvo Windows Vista y fue un desastre y tan pronto salió W7 compré mi actual
laptop, con la cual he estado más que satisfecho.
Descargué pues W8 el 28 de octubre pasado y me tomó alrededor de 3.5
horas instalarlo. Lo instalé con la opción de mantener todos mis archivos
(había hecho respaldo). La otra opción era que borrará todo y lo instalará
desde “cero”.
En la instalación no tuve problema alguno por lo que al finalizarse
comencé a descubrir y familiarizarme con W8. El diseño de su interfase es
realmente innovador lo que obliga a aprender nuevas cosas. Muchos relatos especializados de W8 se han escrito por lo que sólo comentaré las dos
características principales que no me gustaron.
La primera es que tiene dos pantallas (la tradicional y una nueva con
“mosaicos vivos”) cuando bien pudieron hacer una fusión de ambas. La segunda es
la duplicidad de notificaciones ya que W8 (por ahora) opera las aplicaciones existentes
bajo dos formatos; el tradicional y el nuevo, conocido como “metro”. Esto hace
que si estas conectado a skype y alguiente te escribe recibirás la notificación
tradicional y la del formato nuevo.
Mi gusto y emoción duró pocos días pues el 7 de noviembre mi computadora
se “congeló” y al apagarla para reiniciarla ya no lo hizo correctamente.
Luego de cuatro días peleándome con Microsoft decidí quitar el W8 y
regresar al W7 aún cuando ello implicó que perdiera archivos de nueve días de
trabajo. Solicité la devolución de mi dinero (tan sólo 536 pesos pues está en
promoción) lo cual ya está en trámite.
Hoy sigo feliz con W7 y pienso seriamente migrar a mitad del año
entrante a una Chromebook dado que Apple es mi último recurso.
Con las ventas de PC y laptops con Windows en picada Microsoft tiene un
reto mayúsculo. W8 es su esperanza de recuperar terreno frente a Google y
Apple. Al menos conmigo no lo hizo.
Comentarios