Artículo
Localeando, 11 de Abril de 2013
Jaime Villasana Dávila
El lunes pasado falleció la ex primera ministra de Gran Bretaña (GB) Margaret
Tatcher. Querida por muchos, odiada por otros tantos y más allá de sus aciertos
y errores como gobernante, Tatcher poseyó un carácter y liderazgo único que la
ubican como una de las personalidades importantes del siglo XX. Y si alguien
tiene duda de esto basta con ver la inmensa cobertura que hacen medios locales
e internacionales de su muerte.
Agobiada por problemas socioeconómicos y huelgas sindicales agrandadas
por el gobierno laborista (izquierda) en turno, Tatcher llegó a gobernar a la
GB (1979) en un momento que necesitaba de un líder con decisión, pues el país
se hundía agónicamente en el mar de la insignificancia y la indiferencia
mundial. Lejos había quedado su esplendor como imperio y olvidado su renovado orgullo
nacional obtenido por la victoria aliada en la II Guerra Mundial.
En un corto pero bien escrito artículo Patricia Tubella (La Revolución Tatcherista, El País, 08042013), nos describe algunas de las acciones más
resaltantes ejercidas por Tatcher durante su mandato con la finalidad de poner
orden en GB.
Describe como a Tatcher no le tembló la mano para llevar a cabo duras pero
necesarias reformas. Una de ellas fue la minera, que operaba en números rojos y
con grandes subsidios del gobierno (como LyFC de México). Esto llevó a un enfrentamiento con el poderosísimo sindicato minero en un conflicto que duró un par de años
(1984-85).
Éste conflicto Tatcher y su partido Conservador lo enfrentaron solos
(sin otros partidos aliados) y al final solos lo ganaron.
Vale la pena citar este conflicto minero durante el Tatcherismo y
vincularlo con el conflicto actual del Estado mexicano contra un sector del
magisterio, grupo que en su totalidad es igual de poderoso al minero británico
de aquellos años.
La reforma educativa mexicana recién aprobada es mucho más importante
que aquella reforma industrial-minera de GB por una razón muy simple: se trata
de la educación y sin una educación de calidad todo país esta condenado a la
mediocridad.
Siendo entonces la reforma educativa algo crucial, y además existiendo
la razón y justicia de su parte, su defensa y aplicación por el Estado mexicano
debe ser sin límites y sin titubeos.
Pero resulta que el Congreso mexicano y el Pacto por México “darán
entrada” a los planteamientos del “magisterio” para incorporarlos a las leyes
secundarias educativas. En otras palabras, un grupo disidente de apenas dos
estados y que ni siquiera agrupa a todos los maestros, hace recular a
prácticamente toda la clase gobernante.
Tatcher vs mineros. Clase gobernante mexicana vs un grupo magisterial.
Mucho que aprender de la Dama de Hierro.
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