Artículo
Localeando, 30 de Mayo de 2013
Jaime Villasana Dávila.
No es fácil
perder el poder. Para muchos es un evento traumático alimentado por la
incertidumbre laboral, profesional y personal. Y muy sabio es el dicho chino
que dice “Dale el poder a un hombre y entonces lo conocerás”. En campaña son
unos. En el gobierno son otros y en el post-gobierno también.
Ahí están los
Moreira, los Granier y muchos otros más como decenas de panistas que durante
doce años en el gobierno federal tiraron a la basura los históricos postulados
del partido.
En el poder hay
unidad al haber recompensas y espacios que repartir. Fuera o luego de él hay
crisis lo que es algo normal, pero las hay en diferentes tipos y grados. Por
eso los pocos cargos públicos que les quedan luego de la derrota tratan de
aprovecharse al máximo. La numerosa y
cuantiosa nómina de calderonistas que Ernesto Cordero mantiene en el Senado
es prueba de ello.
![]() |
Romero Hicks: quizás el sí represente la salvación del PAN. Apoyó a Cordero, pero acudió al llamado de Madero. |
Pero éste y
otros actos carentes de valores democráticos no son nuevos. Iniciaron desde el
primer día del gobierno foxista y se mantuvieron hasta el último día del
gobierno calderonista. Por eso sorprende, aunque no debería ser así, que los
senadores Ernesto Cordero y Javier Lozano quieran darse de “salvadores” del PAN
cuando fueron ellos parte del grupo que lo puso donde ahora está: en una crisis
moral.
Aducen ellos
sometimiento del blanquiazul de Madero al Gobierno Federal a través del Pacto
por México pero los síntomas con olor a revancha dicen otra cosa. Su postura es
férrea porque saben que controlan a un buen número de senadores panistas y
necesarios para aprobar reformas de fondo.
Y no puede haber
razones distintas cuando el rostro del calderonismo (Cordero), utilizó a la SHCP como plataforma
para lanzar su precandidatura presidencial con todas las implicaciones que ello
conlleva. En otras palabras, politizó una instancia técnica que lo último que
necesita es precisamente eso.
De hecho esto
ocurrió y lo alentó el ex –Pdte. Calderón. Así estuvieron, politizadas, el
IMSS, CONAGUA, COFETEL, PROFEPA y otras muchas dependencias técnicas ocupadas
por políticos panistas sin relación profesional alguna con el cargo.
La actual crisis
del PAN va para rato y no iniciará su resolución de fondo sino hasta luego de
las elecciones internas a celebrarse en diciembre de 2013. De aquí a entonces
maderistas y calderonistas deberán convencer voluntades con sus argumentos.
En medio de esta
pugna resulta interesante y quizás conveniente para el PAN que el respetado ex
gobernador de Guanajuato y actual senador panista, Juan Carlos Romero Hicks, se
haya destapado el martes pasado como aspirante a la presidencia del
partido. Quizás él represente mejor la verdadera salvación blanquiazul.
Comentarios