Lo que extraño de Tokio viviendo en DF

Artículo Localeando, 18 de Julio de 2013
Jaime Villasana Dávila

Tokio.- Han pasado casi siete años desde que nos mudamos de Tokio. Y hoy que nos encontramos de visita en ella por motivos familiares es ineludible recordar viejos tiempos así como compararla con la ciudad donde actualmente vivimos; el DF.
 
En DF podemos tener un metro
de las dimensiones de Tokio.
Es simplemente quererlo tener.
Mancera puede sentar las bases.
Las dos ciudades son expléndidas y ofrecen de todo, como cualquier ciudad de tales dimensiones. En ellas la comida es fabulosa y muy variada. Los edificios modernos, históricos y templos religiosos abundan. La política y burocracia se respira por todos lados. Sus avenidas principales asombran. Los habitantes son cosmopolitas, implicando que van a la vanguardia en aspectos sociales.

Pero así como hay multitud de cosas similares, así las hay de diferencias. El aspecto urbano es una de ellas. Si bien Tokio no es perfecta sí es al momento la megaurbe o ciudad modelo del futuro. Es una ciudad casi terminada a la que le aplican sólo retoques. Nos enseña como aún entre millones de personas puede haber orden, limpieza, sustentabilidad y organizacion. Su plan de largo plazo para el 2025 es una de las bases para ello. El DF, siendo una casa todavía en construcción, ni siquiera tiene un plan similar por increíble que parezca. Por eso va dando tumbos cada sexenio (como cualquier otra ciudad mexicana).
   
Y es aquí donde encuentro lo que extraño de Tokio viviendo en DF. Señalaré únicamente tres y todas relacionadas con el transporte público.

Comienzo por su metro, el cual es construido, operado y administrado por empresas privadas. Hace años que lo liberalizaron pues se dieron cuenta que el gobierno no podía con la demanda. Dejando atrás tabúes hoy su red es de las de mayor cobertura y por ello no sufre tanto de contaminación e inmovilidad como el DF.

Hecho de menos igualmente los camiones urbanos y el respeto y amabilidad que sus choferes expresan a los usuarios. Viajar en camión en Tokio es sentirse seguro. En el DF no, aunque hay que reconocer el esfuerzo en la materia de los dos últimos Alcaldes del DF así como del actual. El Metrobús y la sustitucion de unidades es un primer buen paso, pero faltan muchos más.

Los taxis son envidiables. No es que sean Mercedez Benz como en Alemania, sino porque todos operan bajo un mismo estándar de servicio tanto en el vehículo como en los conductores. Los taxis trabajan para la ciudad y no al revés.

El DF merece mucho más. Al menos lo mismo que Tokio y puede tenerlo. Sólo es cuestion de voluntad política y mayor visión de sus líderes locales. El sexenio apenas inicia y esa es la gran ventaja del actual gobierno.


Glosa: También extraño la cerveza japonesa. Todas las marcas son de gran sabor, aunque mi favorita es la Kirin.

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