Artículo
Localeando, 31 de Octubre de 2013
Jaime Villasana Dávila
Si en el ámbito político el gobierno de EPN avanza de
la mano del Pacto por México, razón por la que el gobierno federal y el PRI
harán hasta lo imposible porque no se rompa, en el ámbito económico y ahora
también en el de la inseguridad es donde se encuentran los mayores retos.
EPN a grupos delictivos: ¿ni los veo ni los oigo? Ilustración: The Economist |
Bien sabemos cómo la economía comenzó a desinflarse con
el arranque del nuevo gobierno federal debido al tradicional parón de
fin-inicio de sexenio, más los constantes cambios de señales en la política de
vivienda, pilar de la siempre importante industria de la construcción, y el
débil crecimiento económico mundial.
Y en el ámbito de la inseguridad, luego de la pax tradicional de fin-inicio de sexenio
y auto-impuesta por los grupos criminales, estos han retomado su nivel luego de
haber ya analizado las fortalezas y debilidades del nuevo gobierno.
Ciertamente las balaceras callejeras entre criminales
vs Policías-Ejército-Marina han bajado respecto al gobierno Calderonista, eso
no significa que el crimen muestre una tendencia decreciente en aspectos
generales. De hecho algunos delitos como la extorsión van en aumento, según reportó INEGI en días pasados.
Durante la elección presidencial buena parte de la vox populi (yo entre ella) externaba el
hartazgo a la estrategia ejercida por Calderón de enfrentamiento directo contra
el crimen. Se le exigía más inteligencia y menos bala. Nunca escuchó. EPN en su
campaña interpretó la situación y así lo ofreció, acompañado de más prevención.
Ganó muchos votos.
Pero a casi un año de la toma de posesión de EPN,
insisto, la inseguridad sigue latente. Menos balazos en calles pero igual
número de notas rojas. El tema de seguridad concentrado en la Segob, “mucha
coordinación” pero resultados limitados. Los grupos de autodefensa y lo
ocurrido el fin de semana pasado en Michoacán, son prueba de ello. Peor el contexto si consideramos reacciones oficiales lamentables de negación al grave problema.
¿Qué puede hacer EPN ante este escenario y un tema
extremadamente complejo que sólo dará resultados en el mediano-largo
plazo? De entrada hacer algo que a
políticos les fastidia; reconocer que el problema sigue presente y es más
complejo de lo esperado. Evitar actitudes
que minimizan o tratan de desvirtuar el problema, presentar ya una estrategia integral y no a pedazos y condicionar (de
a de veras) entrega de recursos a estados a cambio de resultados.
Y por último; reconocer de una vez por todas que la
inseguridad disminuirá cuando tengamos ciudades y municipios fuertes, dinámicos
y competitivos en todos los sentidos (incluido sus gobiernos).
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