Motorola y yo hacemos las paces – 1ª parte

Artículo Localeando, 21 de Noviembre de 2013
Jaime Villasana Dávila

Si en los inicios de la telefonía celular (80s-90s) Nokia y en parte Ericcson dominaron, previamente a esta etapa Motorola era el rey de las telecomunicaciones. Su influencia fue tal en esta industria que no puede entenderse sin dicha empresa. Miles de patentes registradas y científicos de los más reconocidos se encuentran su inventario el cual se ha venido enriqueciendo desde 1928, año de su fundación.

Mi segundo Motorola fue el Razr Maxx
y fue un desastre, a pesar de tener
buenas especificaciones técnicas.
Motorola tuvo otro momento de fama en los celulares a mediados de 2000 con los Razr. Luego vino el iPhone en 2007 y ya todo mundo sabemos que pasó. Para finales de esa década la empresa perdía dinero y en enero 2011 se dividió en Motorola Mobility y Motorola Solutions. En agosto de ese año Google compró a la primera por 12 mil 500 millones de dólares.

De ese tamaño es Motorola, pero en el mundo de hoy su valor se ha depreciado. Apple y Samsung le llevan por mucho pero con la influencia de Google tiene altas probabilidades de regresar.

En mi vida he tenido tres celulares Motorola. El primero fue un StarTAC y fue el hit luego de ser presentado en 1996. Se vendieron más de 60 millones. Yo lo use por ahí de 1998-99. El segundo fue un Razr Maxx (RM), ya un Smartphone.

Al RM lo compré en julio de 2012, venía con la versión de Android 2.3 Ginberbread, pantalla de 4.3 pulgadas con una resolución de 540x960 megapixeles y procesador de 1.2GHz de doble núcleo. Aunque su estructura es voluptuosa, era de lo mejor en ese momento con una batería que duraba como ninguno.        

El problema con el RM llegó cuando lo actualicé a Android 4.0 Ice Cream Sandwich. Se alentó mucho y en ocasiones se congelaba. Cansado de lidiar con él y no encontrarle solución a los ocho meses lo cambié por un Samsung Galaxy Nexus (GN) usado. Diferencia del cielo a la tierra. Pero mi GN tuvo un accidente a los tres meses y tuve que regresar a mi viejo Samsung Focus con Windows Phone 7.5, un burrito.

Desde mayo he estado esperando pacientemente por mi nuevo smartphone. De entrada el iPhone 5 estaba descartado así como el Windows Phone. El primero por no tener yo nada del ecosistema iOS. Del segundo por carecer de ciertas apps nativas importantes para mí (The Economist, Google Drive, etc.)

Del ecosistema Android tenía en mente los siguientes. Por mi experiencia con el GN deseaba el LG Nexus 5. Probé el hermoso Sony Xperia ZL pero se me hizo demasiado cuadrado. Samsung Galaxy SIV muy grande al igual que el LG Optimus G2 y el HTC One.

Me quedaba el Moto X de Motorola, un teléfono que se ubicaba un escalón debajo de los antes citados pero que ofrecía otras ventajas, principalmente un tamañao más amigable ¿pero cómo confiar en una marca que ya me había dejado tirado?


Continuará…

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