Artículo
Localeando, 3 de abril de 2014
Jaime Villasana Dávila
El pasado lunes 31 de marzo la
Secretaría de Educación Pública (SEP) y el INEGI presentaron el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos
de Educación Básica y Especial (CEMABE).
Este censo presenta datos muy interesantes y debió haberse realizado hace años
pero no fue así porque los gobiernos estatales, coludidos con la SNTE-CNTE,
simplemente no querían que se levantara. Se sabía que los resultados no iban a
ser muy buenos y, principalmente, le pegaba de manera directa al reparto de
privilegios para mantener a fieles escuderos.
La tarea apenas comienza, todavía falta por concluirla. Se ha iniciado bien. |
Ahora gracias al CEMABE sabemos que
en México tenemos 208 mil escuelas (números cerrados) y de estas el 86% son
públicas y el 14% privadas. El 40% son preescolares, 43% primarias y 17%
secundarias.
Un buen número de nuestras escuelas
públicas carecen de servicios básicos pues apenas el 52% cuenta con drenaje,
69% tienen agua potable, 87% poseen sanitarios y 88% tiene energía eléctrica. El
CEMABE dice que casi el 100% de las escuelas privadas cuenta con todos los
servicios anteriores.
El censo no pudo realizarse con una
cobertura nacional total pues en un buen número de escuelas de Chiapas, Oaxaca
y Michoacán se impidió el acceso al personal del INEGI que realizaba el
estudio. Es en estos estados donde las escuelas están en peores condiciones
pero son de los que más recursos reciben.
Otra cifra interesante es que los
maestros frente a grupo son 978 mil y que existen aproximadamente 39 mil
“maestros” que nadie conoce pero que están cobrando su quincena. Ya el titular
de la SEP anunció la investigación respectiva.
Para poner en perspectiva esta
monumental cifra aquí unas comparaciones. Al estadio del Tecnológico de
Monterrey, donde juegan los Rayados, le caben 36 mil aficionados. Si en
promedio a cada uno de estos 39 mil maestros se les pagase 10 mil pesos mensuales
ello significa que el país pierde 390 millones de pesos mensualmente o 4 mil
680 millones al año. Esta cantidad es casi igual al presupuesto anual de
Guadalajara.
Culpables de que existan 39 mil
maestros “piratas” hay muchos; desde líderes magisteriales hasta gobernantes,
pasando por las mismas personas que aceptan un cargo corrompido. No tienen
moral y al ser así simplemente no pueden ser maestros.
Viene entonces ahora una tarea igual
de difícil para la SEP; dar de baja a esos 39 mil “maestros” y aplicar las
leyes respectivas para que esta aberración no vuelva a suceder, pues con tal
dinero ahorrado fácil y rápidamente se podrá dotar de servicios públicos a las
miles de escuelas que lo carecen hoy en día, tal como lo descubrió el censo.
Comentarios