Medellín es un ejemplo de ciudad

Artículo Localeando, 10 de abril de 2014
Jaime Villasana Dávila

Me encuentro en la ciudad de Medellín, Colombia, desde hace una semana. El motivo es el 7º Foro Urbano Mundial que organiza ONU-Habitat, un espacio que reúne cada dos años a especialistas, organizaciones civiles de todo el mundo, organismos internacionales, universidades y gobiernos locales, subnacionales y nacionales, para discutir el futuro de las ciudades.

Una ciudad de vanguardia que va
por más logros. Quince años
atrás estaba desahuciada.
Comienzo señalando que hasta principios de los 90s esta ciudad fue sede del cartel más poderoso del mundo liderado por Pablo Escobar Gaviria. Se llamó Cartel de Medellín. En aquellos años era una ciudad marcada por la violencia, la corrupción de autoridades y la desesperanza de sus ciudadanos.

La muerte del fundador de este poderoso cartel en diciembre de 1993 ciertamente ayudó a que la ciudad iniciara su proceso de recuperación, pero este hecho fue sólo uno de los elementos que lo hicieron posible.

Platicando con un asesor del Alcalde de esta hermosa ciudad me comentaba que el ingrediente principal de esta recuperación y transformación fue el hacerle creer a sus habitantes que ellos eran el actor más importante para que la situación cambiase. Sin su buena actitud no habría gobierno y dinero que lo lograse. Se trataba de cambiar el “chip”.

Por supuesto el gobierno debía poner su parte siendo transparente, tomando buenas decisiones, gestando buenos planes, demostrando liderazgo, nombrando buenos funcionarios, castigando corruptos, brindando servicios públicos de calidad y construyendo infraestructura bien pensada y diseñada. A todo esto le llamaron intervención urbana y social.

Y toda esta conjunción de acciones y factores, que se escriben fácil pero son muy complejos de acomodar y sincronizar, han hecho hoy en día de Medellín (2.5 millones de habitantes) un ejemplo continental de ciudad.

Su desarrollo urbano es impresionante aun y cuando le rodean montañas que hacen complicado construir infraestructura y brindar servicios públicos. La Plaza Mayor (Centro de Convenciones), donde se lleva a cabo el Foro, es de primer mundo. Igual lo son sus centros comerciales, sus avenidas y sus desarrollo inmobiliarios de vivienda, muchos son edificios departamentales en las faldas de las montañas.

Me sorprendió su metro; uno de los dos del mundo que tiene utilidad operativa (no está subsidiado). La ciudad es dueña de Empresas Públicas de Medellín (EPM), un conglomerado de negocios que aporta ¡el 20% del presupuesto del gobierno municipal!.

Por supuesto Medellín tiene sus retos. La pobreza todavía es factor. La indigencia en las calles es alta y su crecimiento urbano es explosivo. Pero con las armas que posee seguramente en los siguientes años los podrá controlar mejor.

Medellín es envidia de la buena.

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