Jaime Villasana Dávila
Artículo Xataka-México, 9 de enero
2015
Son
varias las razones por las que nos vemos tentados u obligados a realizar transacciones
sobre dispositivos tecnológicos por medios o lugares de dudosa reputación, por
decir lo menos. Personalmente yo lo he hecho para vender un par de “viejos”
smartphones. Miles hacen lo mismo cada día o bien para adquirir un dispositivo,
pues en tales lugares su precio es significativamente menor.
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Foto: Phil Campbell |
Este
tipo de lugares a primera vista son cuestionables pero ¿son condenables? Todo
depende desde la perspectiva en que se analicen y a quien se le pregunte. Lo
cierto es que para millones de personas en México (y el mundo) son quizá la
única opción en el mercado para comerciar o adquirir los productos o servicios
que desean.
Mi
experiencia personal
Para los
que vivimos en el Distrito Federal el lugar donde se pueden encontrar e
intercambiar productos tecnológicos de origen tanto legal como dudoso es el Eje Central, entre calle Artículo 123-V.
Carranza y Victoria-República de Uruguay, en el Centro de la ciudad. En ese
tramo vial se encuentra la Plaza de la Tecnología y la Plaza Victoria. Ambas
de características comerciales distintas.
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