Jaime Villasana Dávila
Artículo para; Magnet, 3 de junio 2015
En medio
de una campaña electoral que está a punto de concluir, el Partido Verde
Ecologista de México (PVEM) se encuentra actualmente en el ojo del huracán por
desafiar a la autoridad electoral al desatender algunas de sus resoluciones
relativas a su campaña de publicidad para las ya muy próximas elecciones. Esto
le ha generado multas millonarias, pero también un posicionamiento histórico.
Se habla de ellos en medios un día sí y otro también.
Con muchas multas pero obtendrá votación histórica |
El PVEM no
es un partido verde con las características institucionales que poseen sus
colegas de Alemania, España o Canadá, alineados con postulados políticos de
corte izquierdista y 100% ecologista. En México ser “verde” significa ser de
centro o centro derecha. Sus alianzas electorales, sus estrategias políticas
más una que otra propuesta populista, así lo confirman. Y ha sido esta ubicación
ideológica la que le ha permitido seguir existiendo… hasta ahora.
Su
liderazgo de centro-derecha y derecha
Tres líderes
ha tenido el PVEM desde la obtención de su registro en 1991. El primero fue Jorge
González Torres, ex – miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y cuyo
perfil profesional está escasamente registrado salvo que fue funcionario de
gobierno en los setentas y luego convertido a “ecologista” a principios de los
ochenta. Miembro de familia con negocios en la industria farmacéutica y una
esposa también acaudalada, al señor González no le apuraba la vida. Al
contrario, tuvo la fortuna y destreza de formar un partido y luego hacerlo
familiar.
¿Su
principal éxito? Haber mantenido el registro de su partido de 1991 y hasta el
2000, año en que formó alianza con el derechista Partido Acción Nacional (PAN)
en las elecciones presidenciales de tal año. El triunfo de esa alianza le
permitió sobrevivir al partido tres años y definir su sendero aliancista de
conveniencia.
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