Artículo Localeando,
6 de junio de 2015
Jaime Villasana Dávila
Algunas encuestas
calculan que el nivel de abstencionismo para estas elecciones federales intermedias
será entre 45-50%, algo menor a las pasadas del 2009 y 2003 que se ubicaron
entre 55-60%. Esto representa una buena noticia a secas pues, de confirmarse la
estimación, significará que más mexicanos están acudiendo a votar en medio de
un contexto que ciertamente no invita a ello.
¿Le interesa que un partido le ponga un alto a la CNTE? Entonces por ese vote. |
Pero es precisamente
el contexto actual el que debe obligarnos hoy más que nunca ir a votar. De
entrada tenemos el problema que rodea a la educación aún y con la reforma última
constitucional. Una CNTE que ha hecho rehén
al mismo gobierno federal quien ingenuamente ha pensado que cediendo en
algo a sus exigencias les iba a calmar los ánimos. Y lo que tenemos es una CNTE
envalentonada, con muchísimos recursos para movilizarse e impune de sus actos.
La pregunta es
¿qué mensaje queremos mandar con nuestro voto ante un hecho que todos los
mexicanos afecta? ¿en verdad absteniéndonos es la mejor forma de abonar a la solución del problema?
Otro asunto que
merece reflexión e inspira a votar es la constante impunidad ante actos de
corrupción en todos los niveles y en todos los partidos. Un día sí y otro
también leemos en los periódicos sobre políticos, servidores públicos y jueces
envueltos en actos ílictos y que de periodicazos no se pasa. Y dicha impunidad
no se debe a malas leyes sino a la voluntad por aplicarlas.
Tenemos una
flamante reforma constitucional en materia de transparencia y anti-corrupción,
pero sin voluntad para aplicarlas de poco servirán.
¿Qué es mejor
votar o abstenerse y que aporta más a la solución?
¿Votar nulo? Ni lo
piense, al menos que quiera hacerle un favor a los partidos. Ellos ganan aún
habiendo un 90% de votos nulos. Los partidos seguirán existiendo y seguirán
cobrando prerrogativas. Las leyes electorales están diseñadas para que el voto
nulo sólo tenga un efecto mediático, pero nada más. No tiene un efecto
vinculante en nuestro sistema político. Por eso vote.
¿Votar un
independiente? Es buena opción siempre y cuando el perfil del independiente sea
sólido en cuanto a propuestas y antecedentes. Ahora que si un buen porcentaje
de mexicanos le vota a los independientes entonces aquí sí se estaría mandando
un claro mensaje a los partidos con miras a las elecciones del 2018.
Ha llegado el
momento de votar, no de abstenerse. Mandemos un claro mensaje no sólo a los
partidos sino a un México que está muy urgido de una participación mucho más
activa de su sociedad. Votando sería el primer paso.
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