Jaime Villasana Dávila
Artículo Xataka-México, 29 de noviembre
2015
Hasta
hace no muchos años el masificar entre la opinión pública alguna iniciativa o
movimiento ciudadano era casi una misión imposible. Y es que hacerse un espacio
dentro de los medios tradicionales de comunicación (prensa, radio, TV) era
tarea riesgosa para muchos de sus dueños, más si dicha iniciativa o movimiento
iba en contra del gobierno de cualquier orden. Lograr mantenerse por varios
días era todavía más complicado.
Luego
estos medios tradicionales tuvieron sus páginas de Internet pero la lógica era
algo similar. Además su penetración era limitada. Pero entre los años 2007-2008
llegaron las redes sociales a México y la ecuación cambió. Se modificó todavía
más con la fuerte penetración de los smartphones a partir de 2011. La forma de
hacer gobierno en México (y el mundo) se modificó para siempre y en este nuevo
contexto, el actual gobierno federal debe convivir.
Haciendo
algo de historia
Recuerdo
bien la controvertida elección presidencial de 1988 en la que compitieron
Carlos Salinas de Gortari y Cuauhtémoc Cárdenas. En los medios de comunicación
de mi ciudad natal (Saltillo) se publicaron notas sobre los resultados y,
obvio, todas indicaban como ganador al candidato del partido oficial. La
efervescencia socio-política que se vivía en el Distrito Federal por el fraude
electoral en contra de Cárdenas era tan lejana como la distancia que nos separa
(860km). Con el tiempo, y dada la resistencia del movimiento por parte de los
perdedores, la información fluyó pero como hechos de una magnitud social menor.
Una
situación muy diferente se vivió en la también controvertida elección de 2006
entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Para ese entonces la
industria informativa era muy diferente. En los medios de comunicación
tradicionales ya no se manejaba una rigidez informativa como la de antaño. El Internet
era ya un medio que también informaba aun cuando su penetración era limitada (20% aprox. o 20 millones de
usuarios).
En ese
entonces la interacción entre los internautas era limitada y no inmediata toda
vez que se hacía en foros virtuales. Aun así el Internet hirvió debido a lo
polémico de la elección y a la personalidad de AMLO. Posteriormente, durante el
sexenio de Calderón el Internet fue aumentando su penetración y fue en estos
años que las redes sociales comenzaron a tomar auge en México. Primero Facebook (2008-2009), aunque con
fines más sociales que políticos, y luego Twitter (2010-2011) con un método que
sintetizaba ideas y pensamientos a 140 caracteres.
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