Artículo Xataka-México,
11 de octubre de 2016
Jaime Villasana Dávila
Samsung retira de manera
definitiva al Galaxy Note 7 y pasa a mejor vida un móvil con apenas
dos meses de vida. Contaba
con lo último en tecnología y especificaciones
técnicas sorprendentes pero cuyo centro de poder (batería) tuvo
defectos devastadores. Tanto que lo mató. A estas alturas del desarrollo tecnológico
del móvil era imposible que algo así sucediera. Pero ha sucedido.
¿Qué fue lo que
pasó para que ello sucediera? ¿En realidad fueron las baterías? ¿Cómo fue
posible que la empresa número uno en ventas de celulares y smartphones
cometería tan grave error? ¿Qué impacto tendrá no sólo en Samsung sino en todo
el sector en el que ahora participa Google directamente? ¿Quién aprovechará
mejor un nicho cuyo reinado sigue estando todavía bajo Samsung?
Anteriormente
habían ya desaparecido móviles del mercado de manera rápida. En 2010 el Microsoft Kin fue uno
de ellos. Duró apenas seis semanas en el mercado. Más recientemente, en 2015,
el Amazon Fire Phone, aunque
duró en el mercado un poco más tiempo: nueve meses, para luego desaparecer
completamente. Aunque no hay punto de comparación dado que ambos teléfonos
murieron en su primera versión mientras que el Galaxy Note lleva ya seis
versiones, lo cierto es que la desaparición de los tres móviles en cuestión
respectivos se debe a fallos en su planeación y diseño. Quizá en algo más.
Incluso el fallo
de Samsung puede verse como el peor de los tres por varias razones. Cito sólo
una: experiencia. Con cinco muy exitosas versiones previas, era impensable que
Samsung fuese a cometer un error así. Existen teorías que apuntan a que su prisa por
adelantarse a Apple fue la causa. Tengo mis dudas de ello y
no sabremos las razones exactas en meses, siempre y cuando Samsung quiera
hacerlas públicas, que deberá hacerlo por transparencia, responsabilidad
empresarial y mandato de las autoridades respectivas.
Galaxy Note, un nicho donde Samsung era el rey
Fue a finales de
2011 cuando Samsung presentó por primera vez el Galaxy Note 1, una
phablet de 5.3 pulgadas que buscaba cubrir la necesidad de quienes deseaban
algo más grande que un smartphone tradicional pero menor a una tablet y con un
valor agregado: el S Pen o stylus. De ese dispositivo se vendieron en casi un
año alrededor de 10 millones de unidades.
Samsung había
descubierto una mina y pronto otros fabricantes se apresuraron a también
explotarla, siendo el más exitoso LG Stylus, cuya última versión se
presentó en junio pasado pero que siempre ha atacado la gama
media. En otras palabras, las dos empresas coreanas no son competidores
directos pero atienden un mismo nicho. En realidad han sido pocas las empresas
que lo han atendido, siendo Alcatel otra de
ellas.
Debido a su éxito
y a que nadie le empataba en calidad, Samsung continuó actualizando su modelo
Note. En agosto 2012 presentó la Note II con una pantalla de 5.5 pulgadas y
obvio mejores prestaciones. “The bigger, the better”, era el slogan de Samsung
por aquellos años para su Note. En 2013 presentó dos modelos; Note 3 (5.7
pulgadas) y Note 3 Neo, con éste último atacó la gama media. El Note 4 llegó en
2014 junto con el Galaxy Note Edge. Para agosto 2015 introdujo el Note 5, un
hermoso súper móvil al considerar sus especificaciones.
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